A full. Sin guardarse nada. Obsesivo hasta la médula. Tratando de no descuidar ningún detalle. Un obrero del pizarrón.
Así vive sus días como entrenador Gabriel Heinze.
Aún sin terminar de enterrar definitivamente su etapa como jugador, el adiestrador se va acomodando a su nueva función. Del otro lado de la línea y con el buzo a flor de piel.
“Se sufre más y se descansa menos como entrenador porque el trabajo es mayor, y más como uno se toma las cosas. Al futbolista siempre lo vamos a tener adentro, pero ahora estoy en otro rol y tengo a cargo muchas cosas. Y es importante que funcionen. Yo quiero estar en todo, pero es por mi impronta y por las ganas que tengo al ser un técnico joven”.
El Gringo se siente y respira como un conductor de grupo, más allá de que todavía no posea el carnet habilitante. Y en Godoy Cruz ha encontrado un terreno fértil para expresar su idea y adquirir lo que pueden brindar los jugadores.
“Me siento muy bien en el lugar que ocupo y lo que hago, especialmente por el grupo de jugadores que tengo a cargo. Los futbolistas me están dando una fuerza tremenda”, agrega.
En ese ida y vuelta hace un puntilloso análisis del modelo tombino, durante su corta estadía.
-¿Qué puntos te preocupa del equipo en este tiempo de trabajo?
-Uno de los puntos que más me preocupa es que no podemos ganar. Debemos ganar y convertir las ocasiones que generamos, para poder sacar los tres puntos. Si conseguíamos más unidades la idea se reafirmaba aún más, aunque no hay dudas de ninguna parte- jugadores y cuerpo técnico- de lo que hacemos.
Me hubiese gustado concretar las situaciones que creamos. Uno quiere siempre algo más, y yo quiero más juego y no ser tan vertical, porque este último aspecto lo hacemos bien. Uno quiere ver otras cosas para mejorar lo colectivo.
-El equipo por momentos tiene demasiado vértigo y pierde juego.
-Es un equipo joven (23.8 de promedio) que viene trabajando algo nuevo, es lógico que esté ansioso y apurado. Los chicos tienen unas ganas tremendas de hacer las cosas muy bien. Después, la tranquilidad, aparece con la madurez y los resultados positivos. Profesionalmente están haciendo un cambio y un trabajo espectacular, todo lo pautado al principio se está cumpliendo. Entendieron de qué se trata esta profesión.
- ¿Si hay algo que debes rescatar es el aspecto defensivo?
-Yo creo que es un tema colectivo, no sólo defensivo. Todos los jugadores hacen un gran desgaste, hay que fijarse en lo que corren los delanteros. El despliegue completo hace el trabajo en conjunto para ayudar a los defensores. No depende de una línea el rendimiento, sí del trabajo colectivo.
El Gringo va paso a paso. Tratando de no pensar más allá del encuentro que se encuentra en lo inmediato. Por eso no se le ocurre soñar con grandes conquistas. ¿Cuáles? Uno es la liguilla Pre Sudamericana.
-¿Cuál es tu objetivo final para este Godoy Cruz ?
-No tengo otra forma de pensar que en el partido que tengo por delante. No sirve de nada pensar más allá, yo pongo la atención y el trabajo en el compromiso contra Banfield. No tengo otra manera de trabajar. Todos ponemos la mente en el partido inmediato, después se verá.
-Pueden luchar por un lugar en la Copa Sudamericana.
-Mi objetivo es ganar, si no lo hago no voy a estar en el plano internacional. Yo debo trabajar para ganar ante Banfield, si lo consigo voy a estar más cerca, si pierdo estaré más lejos. No he pensado en ese aspecto. Yo creo que los objetivos se cumplen si uno hace bien las cosas, si los busca con buenas armas.
Un observador de los trabajos en el Malvinas
El Gringo se quejó en su momento del estado del campo de juego del Malvinas, y por eso se interiorizó de los trabajos que se están realizando en el terreno. “Yo personalmente estuve reunido con gente del estadio, y ellos me dieron su plan de trabajo. Seguro que en estas horas estaré viendo el campo. Se habló muy claro y yo me interesé porque quiero lo mejor, expuse mi punto de vista y se trajo gente especializada”.
