Se va soltando con cada una de esas palabras que hilvanan respuestas que, en definitiva, forman parte de su declaración de principios. Gabriel Alejandro Gómez es ese hombre que habla sereno, pausado, tranquilo e intenta llevar serenidad en el momento de mayor incertidumbre y tensión que se vive en el Parque.
“Estamos bien, siempre los triunfos hacen que el estado de ánimo esté bien arriba”, le dice a Más Deportes mientras se acomoda en el bunker de Independiente en Baires.
-¿Imagina un partido similar al de Villa Dálmine?
-Sí, puede ser. Los Andes es un equipo que intenta jugar. Nosotros con la intensidad, lucha y siendo un equipo corto que trata de hacerse fuerte en las transiciones defensivas y defensivas, vamos a ver si podemos conseguir el resultado que queremos.
-¿El equipo está definido?
-Todavía no. Tengo una duda y la voy a confirmar en la charla técnica (era anoche).
-¿Cómo tomanel hecho de viajar en colectivo? ¿Afecta en el rendimiento individual y colectivo?
-Personalmente estoy acostumbrado porque dirigí mucho tiempo en Federal A. Creo que el grupo lo está haciendo desde principio de año y no le pesó. Se viaja muy bien porque los coches son cama, se lleva la alimentación adecuada y tenemos todo adentro del colectivo. Hay buena predisposición de todos y en ese sentido creo que no hay excusas.
-Muchos los daban por muertos y con un pie en el Federal A, sin embargo en los últimos partidos el equipo cambió su mentalidad y fisonomía...
-Lo que pasa es que si uno se remonta al momento de entrar a jugar con Quilmes, las chances eran mínimas. Hoy sigue siendo una situación complicada, pero estamos en la pelea. Fijate que ganar tres partidos de cuatro en la B Nacional no lo hace cualquiera, hay mucha paridad. Nosotros lo pudimos lograr y, pese a ello, todavía estaríamos jugando un desempate para permanecer. No es fácil lo que se logró en estos cuatro partidos.
-Y además el otro día se sacaron la mochila de no poder ganar de local...
-Sí, lo más importante de todo esto es que los triunfos dan confianza, los estados de ánimo mejoran y las rachas que antes molestaban por suerte ahora se empiezan a cambiar. Es positivo, pero después los que mandan son los resultados.
-¿Piensa que encontró el equipo?
-Encontré el grupo, que responde a nivel general. El equipo es difícil encontrarlo en cuatro semanas. Si hablamos de la manera que a uno y a los mismos chicos les gusta jugar, les cuesta por un tema del momento. Es difícil jugar en estas instancias, hay que ponerse en la piel de los chicos. Lo que sí encontré un patrón de juego que es la intensidad, la lucha, que cada pelota sea la última y vos fijate que el banderazo de ayer (por el viernes) fue algo que provocaron los jugadores, porque el hincha se identifica con este grupo a pesar del momento. Lo más valioso del banderazo es haberlo hecho en este momento, porque en los momentos de gloria es fácil, están todos. En los complicados como este que la gente vaya al club y despida al plantel como lo hizo es para remarcárselo a ellos, que con esa bandera de la intensidad, la lucha y el compromiso con el equipo lograron eso. De todos modos, pase lo que pase estoy agradecido a los jugadores porque desde que llegamos se identificaron con lo que nosotros les pedimos.
-En la temporada pasada Alfredo Berti tomó el equipo en una situación similar, Independiente se salvó una fecha antes y esa campaña lo catapultó a Primera. ¿Es consciente de que en lo personal podría seguir un camino parecido?
-Te voy a ser sincero: por ahí no tenés tiempo de pensar a futuro. Lo que pienso es que sin nos quedamos en la categoría y tengo la continuidad en el club, voy a tener la tranquilidad de trabajo por el promedio que va a tener Independiente y eso es algo que a me seduce porque soy un técnico más para proyecto. Pienso más en eso y lógicamente que hay que ser agradecidos por una institución que me dio una oportunidad cuando ninguno me había llamado.
-¿Se puede pensar en ese caso en un Independiente protagonista y que apunte a pelear un ascenso a Primera?
-No se puede hablar a nivel resultados porque eso sería hacer futurología, pero me gustaría armar algo que sea proyectado como corresponde. Después, no hay ningún entrenador, ningún dirigente, ni jugador que no quiera pelear un campeonato. Lo que hay que cambiar en el fútbol argentino son las formas y no hay proyectos a largo plazo. Con dinero podés armar un plantel con mucha jerarquía y reemplazar el tiempo de trabajo, pero esos son los menos.
-A nivel global ¿qué cosas tiene Independiente y qué le faltan para tomar el camino del protagonismo?
-Tiene infraestructura que por ahí se puede mejorar. La Ciudad Deportiva y el hotel adentro del club es algo que no todos tienen. Además, tiene una convocatoria importante y lo demuestra. Y tiene un grupo de hinchas del club que tomaron la dirigencia hace poco y que veo que tienen ganas de hacer las cosas bien.