Como en los viejos tiempos, la Catedral del boxeo mendocino lució colmada y llena de vida pugilística con peleas.
Una noche en la que después de muchos años el estadio Pascual Pérez vibró con los profesionales, donde sobresalió la figura del debutante Gabriel Durán (1-0-0; 68,500kg), que se impuso al salteño, que también se estrenaba, Marcos Rodríguez (0- 1 -0 67,900 kg). Las tarjetas de los jueces fueron así: Aguilera: 40 a 36; Núñez, 40 a 36; Battagion, 40 a 36.
Un total de cinco combates acompañaron la cartelera y las principales estaban a cargo de Diego Ponce y Nahuel Galesi (fondistas de la noche), pero sus rivales dejaron mucho que desear; el primero ganó por nocaut y el segundo abandonó en el primer asalto. (ver página 15).
Por eso la atracción se posó sobre Durán; la única pelea tuvo un digno rival, pese a que ambos púgiles tuvieron su bautizo profesional en el mítica Catedral.
El pupilo de Osvaldo Corro, Gaby Durán, sin dudas es una de las grandes promesas locales y no solamente por su estilo sino además por ser noqueador.
Aunque en su debut lejos estuvo de mandar a la lona a su rival, por momentos lo castigó duro. La ansiedad de su primera vez sin cabezal, hizo que el boxeador del gimnasio Firpo luciera muy inseguro y atado.
Si bien Durán tiene un estilo agresivo como Gumersindo Carrasco, cuenta con un boxeo mucho más depurado y técnico. Y en esta ocasión buscó fajar a Rodríguez antes que boxear, lo cual en varios pasajes lo hizo deslucir.
El norteño mostró una buena línea boxística y como buen zurdo complicó al mendocino, llegándole de contra en numerosas ocasiones, en cross y volea.
El Pibe del gimnasio de Salta y Corrientes tuvo la suerte de que Rodríguez, no es un noqueador, de lo contrario la hubiese pasado mal.
Gabriel Durán no hizo estallar la "Dinamita" de sus puños en su rival, pero fue netamente superior.