Gabriel Batistuta era una especie de Pocho Lavezzi allá por los 90, con un estilo distinto pero con la misma cantidad de seguidoras. El Bati fue un sex symbol de la selección nacional.
Desde su adolesencia estuvo al lado de Irina Fernández, la mujer que lo acompañó durante 24 años y con quien tuvo tres hijos: Thiago, Lucas y Joaquín.
Según el diario Crónica, el delantero le puso un punto final a su matrimonio, tras atravesar una fuerte crisis. Ambos pasaron por muchos momentos duros y tuvieron que superar dificultades, pero parece que ahora el amor llegó a su fin.
Según fuentes allegadas a la pareja, los dos continúan en su Santa Fe natal, pero están viviendo vidas separadas. ¿Motivos? El paso del tiempo y el desgaste de la pareja. Aunque, según el medio, en Reconquista dicen que el ex delantero ya tiene un nuevo romance con una joven 15 años menor que él.