Quienes se están preparando para ser docentes muestran algunas deficiencias en su formación, tal cual ha concluido un informe nacional. El Enseñar 2017 dejó al descubierto que la mitad -o más- de los estudiantes de profesorados de primaria y de secundaria no supera el nivel medio de habilidades.
Sin embargo, la provincia ha mostrado en términos generales un mejor panorama.
Los estudiantes de cuarto año de profesorados fueron evaluados en tres aspectos: criterio pedagógico, lectura y escritura, además de otros puntos. Es en el primero que los mendocinos muestran un peor desempeño: 43,8% supera el promedio y se ubica en un nivel superior. Es decir que casi 6 de cada 10 se encuentra en el promedio o por debajo de este, mientras que a nivel nacional supera la media el 39,7%.
Esto implica que reconocen de modo insuficiente la importancia de evaluar los procesos de aprendizaje y presentan escaso conocimiento de distintos instrumentos evaluativos. Gran parte tiene dificultades para adaptar los procesos de aprendizaje al uso de las nuevas tecnologías y otros para considerar la diversidad en el aula.
En lectura es en lo que mejor nota sacan los locales: 52,5% muestra un desempeño superior al promedio, frente a 39% nacional. Sin embargo, 3 de cada 10 no tiene habilidades para reconocer recursos retóricos básicos como la metáfora o identifican ideas centrales en un texto sólo cuando están reiteradas claramente o se diferencian de manera notoria de las secundarias.
En escritura también salen mejor posicionados que la media del país, sin embargo, la mitad no supera el promedio. Así es que no siempre logran cohesión en el texto ni construir oraciones gramaticalmente correctas. También presentan falencias en el uso de signos de puntuación o se desvían de la idea planteada en el texto.
¿Bueno o malo?
Tanto desde el SUTE, el sindicato docente, como desde la Dirección General de Escuelas consideraron que ante los resultados se tiende a señalar al estudiante pero que sin embargo hay diversos factores que influyen y que son ajenos a las decisiones de quien estudia.
"En términos relativos es un buen resultado, en términos absolutos no lo es, si lo relaciono con el resto del mundo no es un buen resultado", consideró Emma Cunietti, directora de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas (DGE).
Explicó que en el mundo la idea de la calidad de la formación docente es muy fuerte y hay un acuerdo epistemológico, académico y político que señala que esta es la clave para mejorar el sistema educativo y el sistema económico.
“Nos preocupa más la producción y comprensión de textos, porque lo otro se puede aprender ya que son de cuarto año y no están en el aula, puede adquirirse con el ejercicio de la función”, aceptó.
Por eso dijo que la escritura es lo que más le preocupa: “me alarmó lo que ha pasado en el país porque alguien que enseña a leer tiene que tener eso resuelto y a los que peor les fue es a los que están estudiando el profesorado de primaria”.
Pero consideró que la culpa no es de los docentes, dijo que la responsabilidad es del Estado y que medir y generar condiciones para la mejora es lo que se pretende hacer desde el Enseñar.
Pablo Massutti, secretario de Educación del SUTE consideró que se pretende culpabilizar al estudiante. "Aunque no se diga lo dejan planteado, yo conozco estos análisis. Se hace un diagnóstico tan por encima que no se analizan las causas". Y agregó. "Se considera en términos de meritocracia", sobre lo cual explicó que no es una cuestión simple y personal de proponérselo y lograrlo sino que tiene que ver con variables sociales y de otra índole que inciden en los resultados.
“Para que haya un diagnóstico real, el planteo tiene que ser integral, lo ideal sería tener los mejores profesores pero para eso hay que mejorar las condiciones”, subrayó.
De todas formas Massutti aclaró que desde el sindicato no avalan este tipo de evaluaciones por considerarlas impuestas desde Nación sin haber sumado la participación de diversas áreas. Desde su punto de vista no contempla las realidades locales que están sujetas a diversas situaciones. "Estamos en contra de un sistema de evaluación estandarizado, externo, por eso nos desentendemos de los resultados y no los tomamos como válidos, no evidencian la realidad para poder mejorar", señaló.
Causas
De acuerdo a la opinión de los directivos consignada en el estudio, para Mendoza, el motivo principal de bajo rendimiento está relacionada con los hábitos de estudio de los participantes (70,8%), seguido del tiempo dedicado a tareas laborales (62,5%). En el resto del país sobresale la falta de saberes previos (72,3%) y la falta de hábitos de estudio (72,3%).
En tanto, Emma Cunietti dijo que parte de la mejora es que cada instituto pueda fortalecer aquello en lo que aparece con mayores falencias y por lo cual las autoridades de cada uno de los participantes recibirá un informe individual. En Mendoza participaron todos.
Escasos consumos culturales
El estudio evaluó diversos aspectos. Entre ellos, los consumos culturales de los estudiantes de profesorado en lo que el resultado tampoco fue el ideal. En las conclusiones expresa respecto del bagaje cultural que la mitad de los participantes se declaran como no lectores. Esa misma proporción declara no asistir a eventos culturales.
"Seguramente no es determinante para la buena educación de los alumnos, sin embargo, este docente carente de bases culturales sólidas, tendrá limitaciones a la hora de gestionar los aprendizajes", destaca.
Pablo Massutti, del SUTE, dijo que los consumos culturales tienen que ver con diversos factores, entre ellos la accesibilidad. "No todos tienen acceso a biblioteca, Internet o asistir al teatro o a eventos, el acceso a la cultura tiene que ver con una condición de vida", resaltó.
Emma Cunietti de la DGE consideró que los institutos donde este indicador sea bajo deberán generar propuestas para propiciar estos consumos.
Otras conclusiones
Poco interesantes. El informe provincial concluye que las carreras docentes carecen de atractivo profesional ya que solo el 53% de la población encuestada está cursándola por primera vez. Además, un tercio de la población ha abandonado previamente otra carrera superior.
Mayores. Si bien estos alumnos cursaban el 4º año al momento del relevamiento, sus edades deberían oscilar entre los 21 y 22 años estrictamente, sin embargo, el promedio de edad se ubica entre los 29 y 32 años.
Estancamiento. La población encuestada denota un nivel de estancamiento importante, más del 60% de los participantes declara haber terminado el secundario siete años antes que se realizara este relevamiento, de los cuales, la mitad (equivale al tercio de la población) lleva más de 10 años fuera del secundario.
Influencia de las madres. A mayor nivel educativo de la madre, mayor proporción de estudiantes en el nivel Superior al promedio. Esto tuvo mayor impacto en la provincia.
El peso de la experiencia. El estudio mostró que los alumnos que se ya se encuentran trabajando en ámbitos vinculados a la docencia tienen mejor desempeño. Lo mismo sucedió en los institutos cuyos directivos llevan muchos años en esa función.
Evaluadora de la calidad de la formación docente
En el marco de la Asamblea número 91 del Consejo Federal de Educación (CFE) se aprobó la formación de una Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Formación Docente, CNEAC. Estará destinada a evaluar los institutos superiores de formación docente y acreditar las carreras que dictan, en el marco de la Ley de Educación Nacional 26.206 y la Ley de Educación Superior 24.521.
En la reunión que incluyó los ministros de Educación de todo el país se reafirmó la necesidad de poner la calidad de la formación docente en la Argentina como una prioridad en la agenda de la política educativa del Estado, garantizando el fortalecimiento de las instituciones y las carreras docentes.