El partido venía tranquilo. Siempre las determinaciones que toman los árbitros son bien o mal recibidas por ambos equipos. Pero lo que pasó ayer llegó a un límite impensado.
Cuando transcurrían 35 minutos del segundo tiempo, el árbitro, Guillermo Dávila, vio un empujón del técnico de Guaymallén, Freddy Funes, a un colaborador de Gutiérrez y decidió expulsarlo.
Cuando el árbitro se acercó, Funes le dio un cabezazo que impactó en la boca.
Después del partido, Funes enfrentó los micrófonos, aseguró que Dávila tiene algo personal contra él y hasta puso en duda su continuidad al frente del equipo.
“Con este chico tengo problemas hace muchos años, en Monte Comán me hizo lo mismo y me dejó afuera, el otro partido con Huracán fue terrible lo que hizo. Me extraña que no tenga los huevos para hacerlo de frente, además tiene el argumento porque es policía. Es muy injusto. Soy un tipo que vivo al límite y voy a morir así”, aseguró el DT.
Sobre su futuro, aseguró: “Tengo ganas de dar un paso al costado,m tengo que hablar con los dirigentes porque vine a tratar de revertir una situación y no lo logré”, cerró Funes.