Las fuerzas israelíes detuvieron a decenas de palestinos tras un ataque mortal el domingo en Jerusalén que atiza los temores a una nueva ola de violencia antes de las grandes celebraciones judías.
Misbá Abu Sbeih, un palestino de Jerusalén Este de 39 años, abrió fuego el domingo en tres lugares distintos de Jerusalén, matando a Levana Melihi, una jubilada de 60 años, y a Yossef Kirma, un policía de 29 años, y dejando cinco heridos. El agresor, que fue abatido por la policía, llevaba un fusil M16.
Desde el ataque, decenas de palestinos fueron detenidos en Jerusalén Este: miembros de la familia del atacante, palestinos que querían participar en las celebraciones en su memoria, y otras personas acusadas de haber lanzado piedras y botellas incendiarias contra las fuerzas de seguridad.
Otros 16 palestinos fueron arrestados durante la noche en Cisjordania, territorio palestino lindante a Jerusalén y ocupado por Israel, informó el ejército.
Las fuerzas de seguridad tomaron las medidas de la casa de Misbá Abu Sbeih para ser demolida, dijo el ejército. Durante la operación, un soldado resultó herido de levedad en la explosión de un artefacto casero en los enfrentamientos, según el ejército.
Israel reforzó su estado de alerta antes de la fiesta de Yom Kippur, el Gran Perdón judío, que empieza el martes por la noche, y de la celebración del Sucot, la fiesta de las Cabañas, a partir del domingo.
El año pasado, este periodo estuvo marcado por fuertes tensiones. Durante estas celebraciones, decenas de miles de judíos acuden a rezar al Muro de las Lamentaciones, en la Ciudad Vieja en Jerusalén Este, al pie de la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del islam y también venerado por los judíos como Monte del Templo.
Desde octubre de 2015, la ola de violencia que estalló en los Territorios Palestinos, Israel y Jerusalén ha costado la vida a 232 palestinos, 36 israelíes, dos estadounidenses, un eritreo y un sudanés, según un recuento.
