El ejército sirio lanzó una ofensiva generalizada para tratar de aniquilar antes del fin de semana los últimos bastiones de resistencia en Homs, llamada por los rebeldes “capital de la revolución”, y apoderarse de la localidad vecina de Quseir, asediada desde hace casi un año. Asimismo, Turquía respondió de nuevo ayer a la caída de un obús sirio, disparando contra posiciones del ejército leal al presidente sirio Bashar al-Assad, mientras la ONU afirmó que teme una escalada entre ambos países.
El ejército turco respondió de nuevo y disparó por sexto día consecutivo contra posiciones sirias, anunció un responsable turco. El gobierno sirio denunció por otro lado a Turquía por proponer un período de transición dirigido por el actual vice-presidente sirio Farouk al Chareh.