A través de sus voceros, oficiales y oficiosos, el kirchnerismo ha insistido en denostar a todos aquellos que protestan por el denominado “cepo” cambiario. La propia presidenta de la Nación aseguró que el cepo no existe, mientras Axel Kicillof, se burla de quienes reclaman diciendo que lo hacen porque no pueden retirar los dólares para darse el “lujo” de salir de vacaciones fuera del país.
Ninguno de ellos alude al hecho de que los problemas no se centran sólo en el turismo hacia el exterior, sino que afectan seriamente a las importaciones, incluyendo de algunos productos esenciales, o a los serios inconvenientes que se les plantean a quienes exportan y deben esperar meses -y en algunos casos años- para que les devuelvan lo que el Estado les retiene por los productos que vendieron en el exterior.
Los números concretos no hacen más que ratificar las denuncias que venían realizando los operadores inmobiliarios. De acuerdo con la información proporcionada por la Dirección de Registros Públicos, en setiembre de 2011 se concretaron 3.884 escrituraciones de inmuebles, contra 3.043 del mismo mes de este año. Es decir un 21% menos.
Cabe recordar en este aspecto que meses atrás, cuando el titular de una inmobiliaria de la Capital Federal señaló a un medio de comunicación que las operaciones habían caído, al día siguiente recibió a funcionarios de la AFIP para realizar una profunda auditoría contable y hasta fue denostado públicamente por los canales oficiales y filo-oficiales.
La caída de las operaciones inmobiliarias fue abordada como tema central en el congreso nacional realizado en nuestra provincia, en el que se indicó que en los primeros nueve meses se registraron cinco caídas y sólo cuatro mejoras interanuales y que el peor mes fue junio, con un saldo negativo de casi el 36% respecto de igual mes del año pasado. Y por si quedaban algunas dudas de que el principal problema es el cepo cambiario, se indicó que en el acumulativo enero-setiembre (etapa en la que se anunciaron y profundizaron las restricciones) hubo una pérdida de 5,56% respecto de igual periodo de 2011, cayendo en una tendencia negativa luego de dos períodos (2010 y 2011) con crecimiento.
Los profesionales presentes en el congreso coincidieron en que la incertidumbre que generan las permanentes medidas sobre el dólar están incidiendo directamente sobre la actividad de la construcción. Aseguran que la gente comienza a temer, a retraerse y no mover sus ahorros. Para peor, ven que el futuro no aparece alentador, ya que la situación podría empeorar si no se observa una modificación política en los próximos meses.
Además del cepo, otro de los aspectos que actúan en contra de la actividad de la construcción es la fuerte inflación, que afecta esencialmente a los pequeños y medianos inversores individuales que no pueden arriesgarse a comenzar una construcción en razón de que es imposible determinar los costos finales y no saben si podrán afrontar los mayores gastos futuros. Más aún cuando en la gran mayoría de los casos deben hacerlo con esfuerzo propio, en razón de que resulta muy complicado y difícil acceder a préstamos para viviendas en las entidades bancarias.
La construcción es la actividad económica que más puestos de trabajo genera, ya sean directos o indirectos. De allí también que el propio gobernador de la Provincia haya prometido triplicar el ritmo de la obra pública para el año que viene, fijando como prioridades la construcción de viviendas y de rutas.
Durante el congreso realizado en Mendoza, el sector privado ratificó sus planteos y profundizó las señales de alerta. El gobierno nacional debería tomar debida nota de los reclamos y actuar en consecuencia, modificando la política en lugar de rechazar y denunciar, como viene repitiéndose. Si no hay un cambio, con toda seguridad el malhumor se profundizará.
