Fueron neutrales otra vez

Como ante Boca el año pasado, la dirigencia de Godoy Cruz deberá hacerse cargo de los daños por los disturbios ante River.

Fueron neutrales otra vez
Fueron neutrales otra vez

La historia se repite, ya se hizo costumbre. Y lo que es peor, nadie se hace cargo. Se pasan la pelota de un lado a otro. No hay responsables. Una vez más, los hinchas visitantes encontraron en nuestra provincia el lugar ideal para evadir la prohibición impuesta por la AFA, una medida tomada en conjunto con el Gobierno nacional para todas las categorías del fútbol argentino.

En nuestra provincia ya se hizo moneda corriente habilitar sectores del estadio Malvinas Argentinas para los hinchas visitantes, pese a la prohibición de la AFA. Bajo el ambiguo rótulo de “neutrales”, Godoy Cruz abrió las puertas para que simpatizantes de River, en dos oportunidades (Inicial 2013 y el actual de Transición) y de Boca (Final 2013) se alojaran en la popular Norte del Estadio, incluso con banderas y camisetas de sus respectivos clubes.

Justamente, el precedente lo sentó Independiente Rivadavia cuando el Millonario militaba en la B Nacional. En aquella temporada 2011/2012, el entonces presidente de los azules, Daniel Vila, le abrió las puertas a los hinchas “neutrales”. En ninguna de las ocasiones antes mencionadas se logró que los hinchas de River o Boca no ingresen al estadio con remeras, banderas y otros estandartes alusivos. Una irresponsabilidad por donde se lo mire.

Tras el bochornoso final del Godoy Cruz - Boca de octubre del año pasado (2-2 con piñas entre los jugadores y destrozos de casi 500 butacas), ¿dónde quedó la decisión política del gobierno provincial de prohibir la venta de localidades a los llamados neutrales? Por aquel entonces, el propio gobernador Francisco Pérez -además de reclamarle al club tombino el pago de 50 mil pesos por los daños que quedaron en el estadio- manifestó que “había que reflexionar sobre la violencia que se genera en los estadios”.

Sin embargo, en Godoy Cruz no sólo hicieron caso omiso de aquella decisión, sino que volvió a incurrir en la venta no autorizada de localidades. Esta vez, el saldo fue menor que en la batalla campal ante Boca, eso está claro. Apenas 45 butacas rompieron los plateístas de Godoy Cruz luego de que Teófilo Gutiérrez marcó el cuarto gol.

Lo que nadie dice es que antes de ello, Pisculichi recibió un piedrazo que provino de la platea descubierta y que el operativo de seguridad comandado por el comisario Herrera resultó ineficaz desde todo punto de vista. Allá lejos quedó aquella reunión entre Carlos Aranda (ex Ministro de Seguridad) y José Mansur en la que se había acordado que para este año, cuando el Tomba enfrentara a los clubes más grandes, ingresarían únicamente los socios, para así tener a todos identificados. Una vez más, pecaron por “neutrales”.

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