Los dos hermanos sospechados de perpetrar el robo y homicidio de Roxana Toledo (37), la mujer asesinada de un balazo para robarle la recaudación de una panadería el jueves 16 de abril, anoche fueron trasladados al penal de San Rafael. Ambos se habían entregado a las autoridades en la mañana de ayer acompañados por un abogado. Además, el hombre detenido (en la Comisaría 32º) al secuestrar el VW Gol color gris que trasladaba a los delincuentes admitió su participación en el hecho.
Tras diez días de intensa búsqueda por parte de los integrantes de la Unidad Investigativa de San Rafael, finalmente ayer los dos hermanos buscados -Guido y Marcos Forconi- se presentaron en la sede policial acompañados por el abogado Iván Trollano, quien habría negociado la entrega de sus patrocinados.
La presentación de los Forconi se dio casi en simultáneo a las declaraciones de Juan Carlos Bravo (32) -quien fue detenido el sábado en el barrio El Sosneado, señalado de conducir el auto que llevó a los malvivientes hasta el lugar del hecho-, prestaba declaración ante la jueza Lidia Cófano, subrogante de la magistrada Paula Arana del Primer Juzgado de Instrucción.
Si bien en un primer momento no se conocían detalles de la decisión de los hermanos, la noticia conmovió a todos los sanrafaelinos quienes manifestaron a través de las redes sociales su solidaridad con la familia de Roxana Toledo y la necesidad de que se haga Justicia.
"Que se pudran en la cárcel, no podemos estar de este modo. Al que trabaja y vive para su familia aparece un desgraciado de estos y lo mata por dos mangos", señaló una mujer en Facebook, acompañada de cientos de comentarios de apoyo para que los responsables sean juzgados.
Allegados a la familia manifestaron su satisfacción por la detención de quien habría hecho de conductor y la entrega de los hermanos sospechados de ser los responsables del crimen. "A estos chicos nada les devuelve a su mamá, pero que se haga Justicia por ellos también", señalaron.
Según informó a los medios el comisario Hugo Lucero, jefe de la Regional de Policía, los hermanos Forconi cuentan con antecedentes penales. Los dos son mayores de edad, tienen delitos contra la propiedad y viven a dos cuadras del lugar del hecho. El comisario señaló que estiman que podría haber más intervinientes en el asesinato que se investiga.
Al parecer, Forconi y Bravo habrían sido compañeros de celda en la cárcel, y los hermanos serían quienes conocían el movimiento que hacía semanalmente la camioneta de la panificadora.
Por su parte Bravo, quien quedó imputado en la causa -que posiblemente sea "partícipe necesario en homicidio agravado"- habría admitido frente a la jueza Cófano su participación en el asalto que terminó con la vida de Toledo. Bravo habría trasladado a los delincuentes hasta la escena del crimen luego de fracasar al intentar interceptar la camioneta Mercedes Benz Sprinter en la zona conocida como Tres Esquinas, en el paraje de Salto de las Rosas, a unos 10 kilómetros de donde sucedió el hecho.
Así, los malvivientes habrían sobrepasado a la camioneta y la habrían esperado en el semáforo de la avenida Alberdi y Balcarce, donde se habrían bajado los hermanos Forconi para aguardar a sus víctimas.
Según Bravo, él se retiró en ese momento del lugar. Todo esto complicaría la situación de los hermanos Forconi quienes, de acuerdo a la carátula de la causa, homicidio agravado por el uso de arma de fuego y en banda, correrían el riesgo de recibir reclusión perpetua.
El chofer del auto en el que los delincuentes persiguieron a la mujer salió de la cárcel en marzo tras haber cumplido una condena por robo a mano armada y en banda, en 2003, precisamente lo mismo que realizó ahora.
El caso
Roxana Toledo conducía una camioneta Mercedes Benz Sprinter el jueves 16 de abril alrededor de las 22 junto con una compañera de trabajo; regresaba de llevar mercadería y buscar la recaudación de las sucursales de la panadería en General Alvear.
Las mujeres fueron abordadas por al menos dos sujetos armados y con el rostro cubierto, que bajaron de un auto cuando las mujeres se detuvieron en el semáforo de Alberdi y Balcarce.
Uno de los hombres habría intentado romper con la culata del arma el vidrio de la ventanilla del conductor de la camioneta, y al no lograrlo, disparó. La bala dio en el hombro izquierdo de Toledo y salió por su omóplato derecho. La mujer se desvaneció sobre su compañera mientras los hombres escaparon con 5.000 pesos de la recaudación de la panadería.
La investigación
Desde el Ministerio de Seguridad ofrecieron una recompensa de 50.000 pesos para quien aportara datos certeros sobre el asesinato de la joven mujer. Además se conoció que se realizaron numerosas gestiones y entrevistas con familiares de algunos de los sospechosos -prófugos en ese momento, como los hermanos Forconi- para lograr que se entregaran a las autoridades.
Otra de las líneas investigativas se dirigen a establecer si existieron más involucrados en el hecho, como un entregador, ya que las mujeres realizaban tareas de recaudación en una cadena de panaderías y su recorrido era rutinario.
