Los comentarios dicen que a Taylor Swift los novios no le duran nada. No se pudo hablar con ella sobre el tema porque, como ya dijimos antes, sus publicistas no permiten ese tipo de preguntas.
Lo cierto es que, en estos últimos cuatro años, la cantante que apenas cuenta 22 ha tenido nada menos que nueve novios. El último fue
Conor Kennedy
, de 18 años, heredero del clan más famoso de los Estados Unidos. El noviazgo con Conor apenas duró tres meses y ella estaba feliz de ser parte de la familia más influyente de los Estados Unidos. Pero parece que él se sintió agobiado por el compromiso y cortó la relación. Según declararon algunos de sus amigos más cercanos, Conor no estaba preparado para “una relación tan intensa”.
¿Y los anteriores?
En 2008 Taylor confesó que había mantenido algo más que una amistad con Joe Jonas, uno de los Jonas Brothers. La ruptura, luego de una relación de algunos meses, no pudo ser peor: Joe cortó la relación a través de una llamada telefónica que duró 27 segundos.
Taylor decidió, entonces, buscar consuelo en el pecho del lobito bueno de “Crepúsculo” con el que, curiosamente, compartía hasta el nombre: Taylor Lautner. Tampoco fructificó y, a los casi tres meses, rompieron.
El siguiente fue el músico John Mayer, 14 años mayor que ella, y con el que apenas duró dos meses. De ahí saltó al actor Jake Gyllenhaal, 10 años mayor que ella, pero la cosa tampoco cuajó.
Entretanto, pasaron por su nutrida colección de romances el actor y modelo británico Eddie Redmaine y el músico canadiense Cory Monteith, otros dos encuentros más que fugaces.
En enero de este año los rumores relacionaban a Taylor con Zac Efron, con quien se la descubrió cenando en un restaurante. La relación no llegó ni a fin de mes: él la dejó por Ashley Tisdale.
En julio pasado se la vio a Taylor compartiendo confidencias a bordo de un lujoso yate con Patrick Schwarzenegger, hijo de Arnold y María Shriver Kennedy. Si hubo fuego poco se sabe.
Lo cierto es que Patrick le sirvió a Taylor para conocer a Conor Kennedy, primo de Patrick y heredero más directo de la famosa dinastía, con el que acaba de romper.
Chica difícil Taylor Swift. Ella misma reconoce, tanto en la vida como en los temas que compone, que conoce muy poco del amor. Y, dada su accidentada trayectoria sentimental, solo resta creerle.
