Poco amigo del relato autorreferencial, este cronista pide, por hoy, licencia para usarlo. Creo -digo ya mutando a la primera persona- que vale la pena. En el aeropuerto de una provincia argentina, por azar, me crucé con la delegación de un equipo de primera división del fútbol argentino y me puse a charlar con el médico del plantel. Para evitar problemas no diré de qué equipo se trata.
Sólo transcribiré la frase que me quedó rebotando: “Todos los jugadores que llegan, hoy vienen del interior. Ya no salen más jugadores de la villa, como antes. El jugador ‘villero’ trae marcas de una mala alimentación, no tiene desarrollo muscular ni aire. ¿Notaste que tampoco salen boxeadores villeros? Es porque se los está comiendo el paco”.
No comen. Aquí tenemos el primer efecto comprobable y catastrófico: el paco reduce el hambre de gloria.
De lunes a viernes tuvimos las siguientes declaraciones: el ministro de Seguridad, Arturo Puricelli, dijo que “Argentina tiene su frontera norte ‘permeable’”. La Iglesia comunicó que “si no se toman medidas, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar las mafias del narcotráfico”.
La Corte pidió “más jueces y más cárceles para pelear”. El viceministro de Seguridad, Sergio Berni, les contestó que “los jueces no vienen a la frontera porque les tienen miedo a las arañas”. Alejandro Granados, ministro de Seguridad bonaerense, confesó que “el narcotráfico es un dramón”. Y Bonfatti le pidió al Gobierno que “deje de mentir con el narcotráfico”.
¿Qué significa que todas estas voces oficiales hablen de lo mismo? Que estamos en una fecha histórica. Los manuales dirán que en la segunda semana de noviembre de 2013 salimos del clóset: Argentina no parece. Es (narcofriendly).
La historia se repite en forma de tragedia. Del Alto Perú a Buenos Aires. Y de allí, a Europa. 500 años después, usted está sentado leyendo el diario justo arriba de otra ruta del oro (¿vio que hicieron rutas?).
Lo invito al juego de las diferencias, a ver cuántas encuentra:
-Siglo XVIII: el virreinato del Perú sacaba riquezas rumbo a Portobelo y desde allí los galeones surcaban el mar rumbo a Cádiz. Pero en noviembre de 1739 los ingleses tomaron Portobelo. Entonces los españoles instrumentaron una ruta más segura y ya usada para el contrabando: desde el Alto Perú bajaban los cargamentos por Salta y Córdoba hasta el puerto de Buenos Aires.
-Siglo XXI: Perú y países aledaños sacaban “riquezas” rumbo a Europa. Pero en los últimos años diversos gobiernos endurecieron los controles. Entonces los cárteles instrumentaron una ruta segura (no radarizada y casi no custodiada): desde el Alto Perú bajaban los campamentos por Salta y Córdoba hasta el puerto de Buenos Aires.
Actividad conservadora la extractiva: 500 años después, siguen cargando en mulas.
En 10 segundos y sin pedir ayuda, ¿qué campaña de prevención recuerda de los últimos años? Si le vino a la memoria “Sol sin drogas”, con Maradona como cara oficial, pidiendo junto a Menem la pena de muerte para los narcos, fue en 1996. Y si sonríe rememorando al doctor Miroli, subsecretario de la Sedronar, con los dibujitos animados Fleco y Male, le aviso que fue en 1997.
Son muchos años en que se invirtió poco en prevención y se destinaron los recursos a lo más urgente y redituable políticamente. Entonces, vale la pregunta: si la adicción se caracteriza por una gratificación inmediata (recompensa), sin poder reflexionar sobre el deterioro y los efectos nocivos a largo plazo (los costos), ¿Argentina es o no adicta?
Le subieron el fuego muy lento para que no se dé cuenta, y ahora la rana hierve en una “cocina” del Gran Buenos Aires.
Tenía razón Aníbal Fernández: Argentina es un país de tránsito. A Bonfatti le hicieron 14 agujeros en la casa y siguieron viaje.