Última prueba antes de la gran cita. Ya casi una tradición. En 2015, con goleada sobre Bolivia. Ayer, con otro resultado demasiado ajustado ante el débil seleccionado de Honduras. La historia dirá que el número 1 del ránking FIFA no pudo hacer más de un gol al número 86.
Demasiado amistoso fue para Argentina. No así para los rústicos hondureños, que sacaron a Messi de la cancha y llevaron preocupación.
¿Llega al debut de la Copa América?
Fueron 90’ de ensayo. De hecho, la primera media hora de Argentina fue prácticamente de entrenamiento: buena presión escalonada, insulsa posesión y escasa profundidad por los costados.
El nuevo dibujo (4-2-3-1) que probó Martino sirvió para ver cómo Messi salía del costado derecho para ubicarse y manejar los hilos por detrás de Pipita Higuaín, Lamela como extremo derecho, Di María como wing izquierdo y la dupla Masche-Biglia dividiéndose el eje. No hubo interiores puros, lo que derivó en un equipo simétrico, sin sorpresas.
Honduras (con muchos futbolistas Sub 23) sorprendió con su presión sobre la salida, la disciplina para ocupar los espacios y dejar pocos huecos para Lio y compañía. Y hasta generó algún que otro problema, como el que tuvo Tulio Vega en el primer tiempo y la chance clarita que dispuso Quioto en el inicio del complemento.
Sin embargo, bastó que Argentina dispusiera de una contra con tiempo y espacios, Higuaín le marcó el pase a Rojo y dio una cátedra de definición. Se fumó en pipa al marcador, lo dejó mirando para Mendoza y la soltó como una lágrima, con total calidad, por sobre la desesperada salida del “1” hondureño. Golazo.
El partido dejó de ser tal. Ahí nomás, a Rojo le taparon el 2-0 debajo del arco. La Selección aceleró y levantó el pie al mismo tiempo. Por eso, el partido no se quebró. La prematura salida de Messi (fuerte golpe en la zona lumbar), los numerosos cambios y el juego fuerte caribeño desvirtuaron el amistoso. Argentina no hizo méritos para golear, pero tampoco sufrió.
Controló la pelota, le faltó profundidad y viaja con una sonrisa. ¿Quién nos quita el sueño de alcanzar la gloria luego de 23 años?
Javier Mascherano : "Con la sensación de que no voy a venir más"
“¡Qué pasara en el futuro no lo puedo decir! Igual, no me gusta aferrarme a nada. Hay gente de Barcelona que sabe cuál es mi opinión por todo lo que me tocó vivir en el último año, con los problemas que he tenido a nivel personal y que son de público conocimiento. Va a llegar un día que se terminará mi ciclo en Barcelona; no sé si ahora o en uno o dos años”, manifestó el volante.
“Siempre tengo la sensación de que no voy a venir más. Soy una persona que ve más negativo que lo positivo y eso me hace mantener en alerta. Nunca me he dormido en los laureles, pero siempre tengo la sensación de que puede ser el último partido con Argentina”.
“Sentí mucho el cariño de la gente después del Mundial 2014, como nunca lo había sentido, pero va pasando el tiempo y eso va quedando en el olvido y hay que volver a alimentarlo. Si no, no sirve de nada. No quiero quedarme con lo que hice, no me gusta mirar para atrás”, finalizó.
