“Cuando trabajás en la semana pensando en lo que hace el rival y durante el partido perdés la concentración; por ahí te preguntás para qué trabajamos. Ellos sacaron ventaja de la pelota parada y hay que felicitarlos. Vinimos a una cancha complicada pensando en lo que nos podía pasar y no lo pudimos evitar. La pelota parada vale, se abren y se cierran resultados y más aun en esta categoría”, disparó un Toti Arias visiblemente molesto. Había que prestar máxima atención a la fuerza aérea del Cruzado y justamente por esa vía se dio la derrota de Gimnasia en su retorno al Federal A. Tiro de esquina de Guerra, Manrique entró libre de marcas y metió un frentazo que fue una puñalada, abrió una herida que deberá cicatrizar en la semana.
“En el mejor momento de Gimnasia llegó el gol de ellos. Lo planteamos bien, pasa que meter pelotas precisas en un campo de juego en malas condiciones es muy difícil. El secreto era la pelota parada y ellos sacaron ventaja. Nos cabecearon una vez y nos convirtieron, nosotros cabeceamos dos o tres, pero la tiramos afuera”, agregó.
La ausencia de Martín Prost (no llegó la habilitación) hizo mella en la idea de juego del Lobo. Fue reemplazado por Farías, quien no dio pie con bola en calle Vergara. “Prost y Farías son jugadores importantes, por eso están en el plantel de Gimnasia, pero tienen características distintas. Prost va más por afuera, como habíamos ensayado durante la semana, pero me voy conforme porque dejaron todo”, explicó el entrenador quien tampoco pudo contar con Agustín Sanfilippo (también inhabilitado).
“Siempre fuimos a buscar el arco contrario, nos desprotegimos pero no nos inquietaron demasiado. Si el partido no se abría con una pelota parada, era para un empate. Hay que estar tranquilo, ahora vamos a jugar de local con nuestra gente y las cosas tienen que ser distintas. No estamos conformes, ni contentos”, cerró.
"El fútbol no es para soberbios"
La felicidad que tenía el entrenador Cruzado tras el silbatazo final de Ariel Montero era indescriptible. A cada paso tiraba un chiste y felicitaba a sus jugadores. Cuando enfrentó los micrófonos, tiró: “Muchachos, ganó el mejor. Fuimos superiores. Tuvimos varios situaciones de gol y no pudimos convertir. Era un buen partido para trabajarlo tácticamente y Maipú lo hizo. Eso es mi mayor satisfacción”.
De inmediato y casi a coro con sus jugadores, afirmó: “el equipo contó con un nivel superlativo de Matías Guerra, pero el equipo tuvo mucha unión y sacrificio, por eso nos quedamos con los tres puntos en juego”.
Luego, agregó: “Fue clave para nosotros la recuperación rápida de la pelota. Esto nos posibilitó la tenencia del balón”. Por último, fiel a su estilo, se acordó de algunas declaraciones previas al “clásico”: “Ganó el mejor, el de mayor experiencia. El fútbol no es para soberbio, sino para inteligentes y ganadores dentro de la cancha”.
¿No era que se jugaba sin visitas?
Daniel Mazzola, en declaraciones a Más Deportes, aseguró que ningún partido en nuestra provincia se debía jugar con público visitante ni ‘neutrales’. “Cualquier persona que vaya al estadio identificado con los colores de River se le prohibirá el ingreso”, adelantó el ex comisario.
Ayer más de 8 mil simpatizantes ‘neutrales’ gritaron los goles de River claramente identificados con camisetas, camperones, banderas y gorras del equipo que conduce Marcelo Gallardo.
Como todos imaginábamos, nada de lo que aseguró Mazzola se iba a cumplir. Por eso el enojo y el fastidio de los dirigentes de Maipú, quienes solicitaron el ingreso de setescientos ‘neutrales’ en calle Vergara y el Sepede se lo negó. Otra clara muestra que no se mide todo con la misma vara.