La primera etapa se llama "warm up" y consiste en preparar el cuerpo para lo que se viene, que será intenso: un trote, algunas flexiones, estiramiento de piernas, brazos y espalda.
En eso estaba Manuel Ignacio López Pujato, de 26 años, el lunes por la noche, cuando se desvaneció. Fue en el gimnasio del que era socio, el BIGG Crossfit de Recoleta.
El joven tenía un pasado como futbolista y como rugbier, y también antecedentes cardíacos. Murió mientras lo trasladaban de urgencia al hospital Fernández.
Aún no se conocieron los resultados de la autopsia y no se descarta que haya sufrido una muerte súbita. Lo que llamó la atención a sus compañeros es que el joven se desmayó cuando la clase todavía no había alcanzado su máximo de intensidad, algo que sucede a los 40 minutos del arranque.
"Se descompensó durante la entrada en calor, a los cinco minutos de comenzada la clase", precisó Ignacio Perillo, gerente del gimnasio, que ayer permaneció cerrado por duelo. Al "box" -así llaman a los galpones donde entrenan- Manuel iba al menos dos veces por semana.
Era coqueto, pero no lo hacía por estética. Amaba hacer deporte, pero no era eso lo que lo atraía del CrossFit. Lo explica mejor Sebastián González, amigo y compañero del gimnasio: "Lo de Manu era más de comunidad, se sentía muy acogido. No realizaba niveles avanzados o de atleta. Y hay que considerar que todo lo que le pasó a Manuel fue durante la etapa de baja intensidad".
Especialistas y deportólogos aseguran que no es común que una persona menor de 35 años sufra muerte súbita. Domingo Agripino Motta, jefe del Servicio de Medicina del Deporte de la Fundación Favaloro señaló que este deporte "no es malo en sí, sino que pueden serlo las condiciones en que se lo practica".
Guillermo Oscar Migliaro, médico especialista en cardioangiología intervencionista, indicó que, el 80% de los casos de muerte súbita en menores de 35 años se produce como consecuencia de patologías congénitas, "como la miocardiopatía hipertrófica y la displasia arritmogénica de ventrículo derecho".
El gerente del gimnasio aseguró que López Pujato tenía el apto médico en regla, tal como indica la ley 139, que regula la actividad en la Ciudad. Pero la norma no especifica cuáles deben ser esos exámenes, lo que queda a discrecionalidad del médico que expide el certificado. Manuel sí padecía una afección cardíaca que nunca lo inhabilitó para hacer ejercicio.
Allegados al joven fallecido no pudieron confirmar si López Pujato había decidido llevar adelante alguna dieta o si tomaba algún tipo de medicación. Anoche el cuerpo fue entregado a su familia, que decidió velarlo hoy en Santa Fe. "Será una despedida corta, para los amigos", contó Manuel, papá del joven.
