Frente a frente. Las paredes del vestuario del Gambarte fueron testigo de una charla íntima que se veía venir.
La reunión tuvo dos protagonistas exclusivos: David Ramírez y Martín Palermo.
¿El motivo? El enojo del volante por no ser convocado ante Racing, y la aclaración sobre algunas manifestaciones en el programa deportivo Minuto 91.
“Si no soy convocado ante Arsenal, empiezo a empacar las cosas”, dijo el Mago el martes en horas de la noche. “Lo hice en tono de broma”, expresó el diez luego de la práctica de ayer, y ya con los decibeles muy bajos.
Para evitar algún tipo de interpretaciones que llevaran a crear un mal clima en el plantel y con el cuerpo técnico, el futbolista buscó sentarse a conversar con el Titán y dejar las cosas en su lugar. “Por ahí Martín podía leer algo o le podían comentar cosas, por eso le aclaré cuál es mi pensamiento. Sí le expresé mi bronca por la falta de comunicación que existió la semana pasada, cuando yo estaba bien y pensaba que podía aportarle al equipo. Nunca voy a cuestionar una decisión del entrenador”, argumentó el enganche.
Según el propio profesional, Palermo se mostró muy abierto al diálogo y conforme con la postura de hablar los temas y no esconder nada bajo la alfombra.
David ya está recuperado del desgarro (sóleo de la pierna izquierda) y se encuentra a disposición del adiestrador, pensando en el choque del sábado contra Arsenal de Sarandí. “Será una determinación del entrenador si cuenta conmigo o no. Yo me siento bien y sé que puedo aportarle mi juego al equipo y a mis compañeros”, agregó.
Para el Loco, Ramírez era una pieza clave en el equipo titular y lo esperó un tiempo largo luego de la operación en la rodilla. Cuando lo vio ciento por ciento físicamente, lo mandó a la cancha desde el principio contra Belgrano de Córdoba (fecha 8).
Hoy el elenco tombino viene funcionando bien, y teniendo en cuenta la inactividad del jugador, todo marcaría que puede integrar el banco de suplentes.
Y sí. La última palabra la tendrá Palermo.