La puesta en duda por parte del Gobierno de la salud física y mental del juez Carlos Fayt y la decisión de éste de “resistir” en su cargo en la Corte Suprema, junto con la postergación del viaje al exterior que preveía hacer su presidente, Ricardo Lorenzetti, marcaron ayer otra escalada en el conflicto que mantienen las cúpulas de los poderes Ejecutivo y Judicial.
La pelea tuvo también su correlato legislativo. Anoche, los presidentes de todos los bloques de oposición en Diputados se disponían a firmar un documento de denuncia contra el gobierno por pretender “arrasar” con la Corte a partir de insistir sobre la situación de Fayt (ver aparte). Sucedió este pronunciamiento luego de que el martes el oficialismo reactivara la Comisión de Juicio Político en Diputados al frente de la cual ubicó a la camporista mendocina Anabel Fernández Sagasti.
A primera hora fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien en su contacto diario con periodistas antes de ingresar a la Rosada, desafió a Fayt, de 97 años. “Que salga de su casa y hable con los periodistas. Si se vale por sus propios medios y puede responder las preguntas mínimas que le van a hacer, se puede demostrar su estado de salud. ¿Por qué negarse a una cosa tan simple?”.
Ni bien trascendió el reto del jefe de Gabinete al casi centenario juez de la Corte, desde el cuarto piso del Palacio de los Tribunales, sede del máximo tribunal, la vocera y jefa del CIJ (Centro de Información Judicial), María Bourdin, tuiteó que Lorenzetti había decidido suspender su viaje a Roma donde tenía previsto participar de una actividad académica, al tiempo que desmintió versiones periodísticas según las cuales había solicitado una reunión con el papa Francisco.
La vocera, sin embargo, no precisó las razones de la suspensión del viaje, como tampoco si se decidió después de que Lorenzetti hubiera viajado o no al exterior. Es que el lunes ella había confirmado que al día siguiente no se haría la reunión semanal de la Corte debido al viaje de Lorenzetti. Lo hizo después de confirmar que el lunes el titular de la Corte había adelantado a sus pares Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda su decisión de no continuar como presidente de la Corte más allá de diciembre próximo.
Pero el martes, un brevísimo comunicado desmintió lo que la propia vocera de Lorenzetti había confirmado y ratificó la acordada 11 del 21 de abril en la que el tribunal reeligió al actual presidente hasta 2019, en una decisión tomada con ocho meses de anticipación porque su mandato actual vence el uno de enero próximo.
Fayt, por su parte, a través de su abogado Jorge Rizzo, denunció una “campaña” en su contra frente a la que “resistirá” en el cargo. “Hay un embate del Poder Ejecutivo y siente que a ‘algunos’ les molesta su presencia en la Corte desde hace tiempo, pero va a ‘aguantar los embates y resistir en el cargo mientras esté bien, como hasta ahora’”, dijo a la agencia DyN.
A su vez, la titular del bloque kirchnerista en Diputados, Juliana Di Tullio, negó que la intención sea impulsar un juicio político pero adelantó que solicitarán “medidas probatorias” para evaluar si Fayt “es o no apto” para continuar en la Corte Suprema.