Argentina le gana 2 a 0 a Bulgaria con goles de Valdano y Burruchaga y se queda con el primer lugar del grupo. Diego Maradona recuerda lo que pasó aquel día en un capítulo de su libro “Mi Mundial, mi verdad”. Pasen y lean:
“Los búlgaros nos miraban con miedo, sobre todo en el túnel, antes de salir a la cancha, cuando empezamos a joder con el Tata Brown y se prendieron unos cuantos más… ¿Qué hice? Me le subía a caballito, empecé a gritar como si fuera un gorila, me bajé y me golpeaba el pecho. De golpe, estábamos todos gritándonos como locos. "¡¡¡Vaaaaamos, eh, vaaaaaamosss carajo!!!"
Cuando el referí dio la orden de salir, yo lo miré a Brown y le dije:
-Ya está Tata, ya ganamos.
-Guardá la confianza Diego, siempre nos decís que estemos atentos.
-No lo digo por nosotros, lo digo por ellos.
La verdad, contra Bulgaria fue un partidito. Que sirvió para clasificarnos, nada menos, pero no pudimos mejorar lo bueno que habíamos hecho contra Italia. Algo de culpa tuvieron los búlgaros, que se conformaron con perder por poco. Algo tuvo que ver también el clima, pegajoso, pesado. Lo mejor fue eso de Cucciuffo y otra cosa en la defensa: los centrales. Brown y Ruggeri la rompían. También que yo empecé a encontrar un socio en Valdano. Jorge bajaba a encontrarse con la pelota y también se encontraba conmigo. Y encima metió ese golazo de cabeza.
El que no encontraba la vuelta al Mundial era el Bichi Borghi. Jugó el primer tiempo, nada más, y Bilardo lo sacó. Y ya no volvería a ponelo. Una pena, porque Borghi tenía un talento terrible; tal vez ese Mundial le llegó antes de tiempo. Bilardo también sacó al Checho. Bueno, lo sacaba siempre. Y al Checho no le gustaba nada. A mí tampoco. Aunque empezaba a ver que había que hacerle un lugar, de alguna manera, tanto al Vasco Olarticoechea, que entró por Batista, y al Negrito Enrique, que entró por Borghi. Pero no sé, o mejor dicho sí sé, que no eran por ellos los cambios. Ya le íbamos a encontrar la vuelta más adelante.
La cosa era clasificarse y ganar el grupo. A mí tampoco me gustaba eso de ganar apretado. Por suerte, a la media hora del segundo tiempo, cuando nos estábamos durmiendo la siesta, arranqué por la izquierda -eso que me encantaba hacer-, casi como un wing, o como un extremo, como le dicen ahora. Habíamos recuperado la pelota en la mitad de la cancha, Valdano se la dio de taco a Garré, hacia atrás; y el Mago mandó el pelotazo largo.
Piqué, se la tiré por un costado al 6 y la fui a buscar por el otro, encaré para el fondo, pero antes levanté la cabeza y miré a ver quién venía. Metí el centro, un pase. El que llegó para mandarla adentro, también de cabeza, como Valdano en el primero, fue Burru. Y eso también fue una buena señal, porque Burru estaba llegando poco al arco. En Independiente llegaba como un delantero, y en la Selección le costaba soltarse. Todavía le costaba, pero valía la pena esperarlo. Para mí, no había otro en el plantel con sus características. Sólo que tenía que empezar a jugar el Mundial. Y el Mundial empezaba ahí.
Habíamos ganado el grupo, pero en los Octavos de final empezaban las peleas mano a mano. A diferencia de cuatro años antes, en España 82, que se armaban grupos y a nosotros nos había tocado contra Brasil y contra Italia, acá la cosa era matar o morir.
Por eso pedí otra reunión, otra reunión de las pesadas. Fui clarito, directo…
-Muchachos, acá las cosas salen bien cuando jugamos como nosotros queremos, ¿o no? Así que, si Bilardo nos dice que vayamos para atrás, a defendernos, nosotros vamos para adelante, a a atacar… ¿¡O que carajo somos, Burkina Faso!? Vamos a jugar a ganar, viejo… Porque ahora viene el mata o muere. Si nos ganan ahora, todo lo que hicimos no sirve para una mierda.
Hasta Passarella estaba de acuerdo conmigo. Y Bochini, ni hablar. El Tata lo defendía y hoy lo entiendo, pero seguro que él también me entiende a mí. Yo lo banqué a Brown tanto como Bilardo. Es más, porque confiaba en él, en el Cabezón Ruggeri, en Cuchu, es que sabía que podíamos dar más, que podíamos arriesgar un poco más.
Yo estaba jugadísimo, adentro de la cancha y afuera también”.