La contratación de Franco Armani, un arquero de 32 años que llegó con grandes pergaminos, le resolvió al entrenador Marcelo Gallardo los inconvenientes generados en el arco de River tras la salida a mediados de 2016 del legendario Marcelo Barovero.
Armani fue adquirido en el mercado de pases de enero 2018 luego de un intento fallido a inicios del 2017 cuando el futbolista se había consagrado recientemente campeón de la Copa Libertadores y de la Recopa Sudamericana con Atlético Nacional de Medellín.
La actuación histórica en la final de la Supercopa Argentina ante Boca y las atajadas clave en los partidos ante Gremio y nuevamente frente a Boca en la final de la Libertadores confirman que los 3,8 millones de dólares que costó su pase fue una de las mejores inversiones del club.
Armani que estuvo a punto de dejar el fútbol entre 2010 y 2011 cuando era el cuarto arquero en Atlético Nacional de Medellín al sufrir dos lesiones de rodilla, pero se repuso a todos esos inconvenientes y en los últimos cinco años de su carrera obtuvo ocho títulos.
Inició su trayectoria en Estudiantes de La Plata, donde no llegó a debutar; luego pasó por Ferro, y en 2008-2009 logró un histórico ascenso al Nacional B con Deportivo Merlo, club con el cual simpatiza Marcelo Gallardo, quien lo vio por primera vez en acción por aquellos años.
En un partido amistoso de pretemporada frente a Atlético Nacional, con el equipo ya jugando en el torneo Nacional B, Armani tuvo una actuación muy destacada y los colombianos lo contrataron como tercer arquero.
Pasó casi tres años jugando muy poco en Atlético Nacional y cuando estaba a punto de volverse a Merlo, se rompió los ligamentos de la rodilla y debió quedarse para la recuperación en Medellín, donde se "sentía un turista" según dijo por esos años.
Sin embargo entre 2014 y 2017 jugó más de 200 partidos, se ganó la titularidad y con desempeños claves en varias definiciones por penales, logró coronarse el mejor arquero de Colombia durante esas temporadas, coronando su carrera con la obtención de la Copa Libertadores en 2016.
Luego llegó a la final de la Copa Sudamericana pero la definición no se llevaría a cabo por el accidente de aviación del plantel de Chapecoense y también obtuvo la Recopa Sudamericana antes de ser convocado para jugar en River.
Armani se sumó al plantel "millonario" a fines de enero de este año, debutó oficialmente ante Olimpo en el segundo partido del año de la Superliga de River y no volvió a salir más en todo el semestre.
Estuvo 980 minutos sin recibir goles y se convirtió en el arquero de River de mejor racha de valla invicta y segundo en el fútbol argentino después de Carlos Barisio de Ferro Carril Oeste.
Con su llegada, Gallardo pudo corregir los intentos sin éxito de apostar primero por Augusto Batalla, luego por Germán Lux y finalmente por Enrique Bologna, que atajó la final de la última Copa Argentina.
Armani respondió a la altura de las circunstancias y sus actuaciones lo llevaron a ser convocado por Jorge Sampaoli para el Mundial de Rusia, donde jugó los últimos dos partidos tras quitarle la titularidad a Wilfredo Caballero
