La sala de espera del aeropuerto José Martí selló, tras casi un milenio de desencuentros, la reconciliación del Papa de la Iglesia Católica y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa.
Ocurrió ayer a la tarde. Con el abrazo histórico que se dieron el Papa Francisco y el Patriarca Cirilo I, se colocó la primera piedra para conjurar las diferencias entre católicos y ortodoxos iniciadas en el siglo IV y que desembocaron en el cisma de 1054.
Algunas horas después el Pontífice aterrizaba en la Ciudad de México.
Caminar
Además de limar las viejas rencillas, el Pontífice y el Patriarca tienen un motivo urgente para trabajar juntos: la brutal persecución, casi un genocidio, que sufren los cristianos en Oriente Medio y el norte de África, que requiere que tanto Francisco como Cirilo utilicen su gran influencia política a favor de la estabilidad en la zona.
La trascendente reunión tuvo por testigo al presidente de Cuba, Raúl Castro, un confeso ateo comunista de 84 años, aunque pieza clave como facilitador de este acercamiento dentro del mundo cristiano.
Luego del diálogo a solas entre los dos líderes religiosos, se firmó una declaración conjunta convalidando lo conversado.
El Pontífice argentino -en breves comentarios a la prensa y en compañía de Cirilo- dijo que “Cuba es la capital de la unidad. Hemos hablado de varios temas viables. Coincidimos en que la unidad se hace caminando”.
Añadió: “Es claro que esto es la voluntad de Dios”, dijo el jefe de la Iglesia Católica al inicio de la reunión con el líder ortodoxo, quien respondió: “Ahora las cosas son más fáciles”.
Luego de que el Papa saludara a varios clérigos y dignatarios que acompañaron a Cirilo a la isla, el jefe de la Iglesia Católica retornó a la estación aérea y reinició el viaje a México, país al que llegó bien avanzada la noche azteca.
El papa Francisco aterrizó en la capital cubana hacia las 14, hora local de Cuba, para la trascendental cita con Cirilo. El argentino, de 79 años, hizo una escala de unas 3 horas en la isla caribeña.
Francisco descendió por la escalerilla del avión animoso y de buen semblante, siendo recibido en primer lugar por el presidente Castro.
“Esto es un viaje colmado por compromisos, que ha sido deseado por mi hermano Kirill (la denominación rusa), por mí y por los mexicanos”, afirmó el obispo de Roma a los periodistas que viajaban con él en el avión.
Los líderes religiosos, que representan a unos 1.330 millones de cristianos, entre católicos (la gran mayoría) y ortodoxos rusos, se
reunieron por espacio de 2 horas.
El lugar ideal
"Cuba es de hecho un lugar profundamente espiritual en términos de prácticas afrocubanas. No es ni ha sido un lugar muy religioso en el sentido católico formal", explicó a AP el analista y experto en Cuba del Baruch College de Nueva York, Ted Henken. "Creo que este hecho, junto con su conexión única geopolítica de Rusia, se ha convertido en un 'terreno neutral' ideal y de confianza para dicha reunión".
El Vaticano espera que el encuentro mejore las relaciones con otras iglesias ortodoxas y estimule los avances en el diálogo sobre las diferencias teológicas que han dividido al cristianismo de Oriente y Occidente.
Sin embargo, los observadores ortodoxos creen que la disposición de Cirilo I (Kirill) de reunirse finalmente con un Papa tiene menos que ver con cualquier deseo nuevo de acercamiento ecuménico y más con un deseo de la iglesia ortodoxa por mejorar su imagen en un momento en que Rusia está cada vez más bajo el fuego de Occidente por sus acciones militares en Siria y Ucrania.
Kirill, un consejero espiritual del presidente ruso Vladimir Putin, dirige la más poderosa de las 14 iglesias ortodoxas independientes que se reunirán durante el tercer trimestre en Grecia para el primer sínodo panortodoxo en siglos. “Esto no es benevolencia. No es un deseo recién descubierto de unidad entre los cristianos”, opinó George Demacopoulos, especialista en estudios cristianos ortodoxos de la Universidad de Fordham, en Nueva York.
Más de 13.000 policías para protegerlo
“En México miraré a los ojos de María y le suplicaré que no deje de mirarnos con misericordia. A Nuestra Madre confío desde ahora mi visita”, dijo el Papa a los periodistas en la aeronave de Alitalia.
Jorge Bergoglio estará en 4 Estados (México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua) y en 6 ciudades. Pronunciará 5 homilías, un Ángelus y 7 discursos. Anoche había una enorme expectativa para dar la bienvenida al Pontífice.
Fuertes medidas de seguridad rodearán los desplazamientos del representante del Vaticano, con un despliege de más de 13.000 policías federales y un operativo que incluye más de 1.000 vehículos y 13 aeronaves. El obispo de Roma se desplazará varias veces en un papamóvil.
Según fuentes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), serán alrededor de 200 millones de pesos mexicanos (alrededor de 12 millones de dólares) los que gastarán las entidades federativas anfitrionas, el Gobierno Federal y la Iglesia Católica durante los seis días de la primera visita del papa Francisco a México. Para recibir y proteger al Pontífice se debe gastar en seguridad, infraestructura, apoyo para voluntarios, alimentos, vestimentas, recorridos, vuelos y la logística de las ceremonias y traslados en los distintos puntos de la visita.
El avión de Alitalia arribó anoche a Ciudad de México, tras la escala habanera, donde Francisco fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto, pero sin ceremonias ni discursos.