No quedarse quieto, hacer, crear, materializar nuevas ideas. Trabajador incansable. Digno del 1 de mayo, día de su nacimiento, Francisco Suárez aprovecha cada oportunidad que le brinda la actuación para crecer en el oficio.
Con más dudas que certezas, el actor y director porteño aterrizó hace más de un año en nuestra provincia, para afianzar su trabajo en el oeste. Temeroso por lo que lo esperaba, se encontró con la calidez de los colegas, y de a poco forjó su lugar en el teatro independiente local.
Desde el año pasado produce, dirige y actúa en “Mendólogos”, el ciclo de teatro que lleva dos ediciones en el espacio Le Parc. Y ahora salió de gira por distintos departamentos de la provincia (el próximo viernes 7 de agosto llega al Teatro Encio Bianchi de Rivadavia).
Siempre en contacto con Buenos Aires, reparte sus días entre la capital y nuestra provincia por su participación en “Signos” (ver aparte), el nuevo unitario de Pol-Ka protagonizado por Julio Chávez y dirigido por Daniel Barone, que se estrenará a mediados de agosto por la pantalla del Trece, y lo tiene a Suárez como uno de los actores de reparto.
“Mi participación en ‘Signos’ surgió luego de hacer una prueba para una película en un personaje similar. Se dio la casualidad que la persona que hace los casting, Gabriela Fantel, también trabaja en la producción del unitario, y me convocó”, comenta el actor de 31 años que por estos días está filmando los primeros capítulos de la miniserie.
En “Signos” interpreta al policía Parisi, uno de los miembros de la comisaría encargada de lidiar con el asesino del pueblo, encarnado por Chávez.
-¿Cómo vivís esta experiencia de trabajar con Julio Chávez?
-Es una experiencia muy fuerte, se aprende mucho. Si bien no comparto mucho la filmación con Julio, porque mi personaje está del lado de la ley, tengo escenas con Roberto Carnaghi, Claudia Fontán. Son todos buenos y contagian esa experiencia que tienen. Son pesos pesados. Mi personaje está casi en todos los capítulos y seguiré hasta el final.
-Pero ya tenés experiencia en televisión...
-Sí. Hace cuatro años actué en “Casi Ángeles”. Siempre personajes de reparto. En este caso dentro del unitario está la comisaría, están los policías que uno de esos soy yo. Está Claudia Fontán, Alberto Ajaka y Marcos Montes en esos roles. Yo sería el policía más joven. El unitario está ambientado en un pueblo.
El interior y la independencia
Francisco Suárez desde adolescente comenzó su formación como actor. Su primera experiencias fue en los talleres de teatro, en la sala Alberdi. Luego continúo con maestros de la actuación como Pompeyo Audivert, Guillermo Angelleli, Bernardo Cappa, Augusto Fernández, Norman Briski y Marcelo Savignone.
Inquieto y creativo entre sus trabajo escribió cuatro textos teatrales, y aterrizó en Mendoza con el proyecto "Jóvenes Creadores", una iniciativa para el teatro juvenil y solidario, que experimentó en Buenos Aires y le abrió las primeras puertas en nuestra provincia.
Luego de unos meses decidió producir el ciclo "Mendólogos", que siguen en cartel.
-¿Cómo repartís la energía para hacer teatro en Mendoza y volver a la televisión?
-Ahora con las grabaciones viajo continuamente, porque no quiero dejar lo que estoy haciendo en Mendoza. Yo me siento como un príncipe acá. Acostumbrado al teatro, donde hacés todo; lo produzco, lo dirijo y actúo inclusive, y estoy a pleno por el trabajo. Y en cuanto a la actuación para mí es lo mismo. Si bien cambia la convención de actuar frente a una cámara, mucho no cambia. La idea es crear ese momento.
-Empezaste de cero en Mendoza y generaste un espacio de continuidad en la escena, ¿cuál es el balance de todo tu trabajo?
-Fue algo muy extraño. Llegué con una expectativa de hacer cosas. Sabía que iba a producir, pero también tenía ganas de actuar. Varios colegas, como Guillermo Troncoso y Marcela Montero, gente de la Universidad me trazaron una línea para hacer cosas. Y de hecho pude hacer todo lo que me propuse, y me sorprendió un montón la recepción y la fraternidad del teatro. Pero al mismo tiempo comencé a contactarme con otras provincias, como San Juan, Corrientes, Neuquén, Chaco. Y entre en esa red del teatro argentino. Eso no te pasa cuando estas en Buenos Aires, porque estás enfrascado por el entorno y no lo ves. Di unos seminarios que se llaman “El actor creador” en esas provincias. Fue todo un descubrimiento.
-¿Qué ves de positivo y negativo de tu experiencia?
-Entre las cosas negativas que tiene Buenos Aires es que te siega mucho, y pensás que el teatro es solo en Buenos Aires. Pero cuando rompés con eso, ves las dos cosas, la fortaleza cultural de capital, y a su vez te encontrás con todos los colegas que trabajan en todo el país; actores interesados en formarse y recibir tu experiencia. En Buenos Aires sos un actor más, pasás desapercibido.
-¿Con qué nivel artístico te encontraste en Mendoza?
-Desde mi experiencia encontré un buen nivel, con actores muy buenos, y eso muchas veces no se valora. Tienen una facultad de teatro, y eso no es poco. Pero por ahí pasa que se tiende a importar constantemente estéticas que tienen que ver con Buenos Aires. Hay propuestas de dramaturgos jóvenes que no pierden ese regionalismo. Es importante que lo puedan hacer valer y no perder la esencia de lo local.
-¿Qué otros proyectos tenés a futuro?
-Estamos con la gira en el interior de la provincia con Mendólogos. Después quiero volver al Le Parc con esa propuesta, pero renovada. Vamos a rotar el combinado de actores que tenemos, podemos generar distintas funciones con los invitados anteriores. Lo bueno es que cada función es única en cuanto a los actores, y el que vuelve no se encuentra con lo mismo de la vez pasada. Y también para el que no es habitué del teatro, se cruza con otra propuesta, y juego un poco con esto de formar espectadores, con el dinamismo del espectáculo. Permite un pantallazo del teatro, vez humor, drama. En ese sentido me importa la diversidad dentro del ciclo.
También tengo gestando otro proyecto. De a poco estoy trabajando con gente de Buenos Aires en la estructura de una obra, que nace de unos textos de Cortázar. Pero con la idea de hacer esa obra en Buenos Aires y después llevarla a Mendoza, y una gira por otras provincias.
-El hecho de venir a otra provincia, ¿te dio soltura como gestor y director?
-Sí. Al comienzo pensé en no involucrarme en ese rol, pero la realidad me llevó a ser gestor y director. Y descubrí que en ese rol me siento muy bien, y me gusta. De hecho ahora que estoy actuando más, y me dan ganas de producir algo nuevo. Y ese rol entre productor y director lo descubrí en Mendoza. Y me dio mucho coraje para hacerlo en cualquier lugar. Fue la excusa para salir de Buenos Aires y descubrir otro camino.
Un asesino del oráculo
La nueva producción de Pol-ka reúne nuevamente a la dupla de Daniel Barone (director) y Julio Chávez en el thriller de suspenso “Signos”. Después de su experiencia en “Epitafios” y la tira “Farsantes”, la gran apuesta que lo devuelve a la pantalla chica será este unitario, que estrenará a mediados de este mes por El Trece.
Julio Chávez interpreta a Antonio Cruz, un médico que vive en San Rafael de los Penitente, un pueblo tranquilo sin demasiados problemas.
"Mi personaje es un vengador, un asesino serial que quiere hacer justicia por mano propia. Mezclado con la astrología. En esta historia están vinculados el crimen, la astrología, la venganza y la justicia", afirmó a Estilo Julio Chávez sobre su nuevo protagónico en televisión.
Además de vivir con su hermana (Claudia Fontán), Antonio cumple con el rol de padre de sus dos sobrinos pequeños, y es el sostén para su esposa que ha quedado muda y paralítica luego de sufrir un ACV.
Aparenta ser una persona tranquila, educada, pero visita asiduamente a una astróloga y tiene ciertas creencias con la astrología. Más que del lado de la ciencia, viste su práctica médica de una religiosidad que bordea el misticismo esotérico.
De su pasado, se desprende un viejo resentimiento que oculta desde niño, y tiene que ver con un misterioso crimen ocurrido hace más de 40 años. Y ahora ha decidido comenzar a vengar en silencio y sin que nadie sospeche.
Para ello irá tramando un retorcido plan que lo llevará a asesinar, uno por uno, a todos aquellos a quienes él supone culpables de sus miserias presentes. Y armará el listado de crímenes siguiendo el orden de la rueda zodiacal.
Nadie sospecha que el autor de estos asesinatos es el mismo médico al que acuden ante cualquier dolencia que los aqueja. Ni siquiera su hermana policía (Claudia Fontán) y el ex marido de ella (Alberto Ajaka), ambos al frente de la investigación de los crímenes que, mes a mes, conmueven a un pueblo en el que nunca pasaba nada.
El unitario tendrá 16 capítulos, y está escrito por Leandro Calderone y Carolina Aguirre. Con un despliegue técnico y visual, la miniserie es la gran apuesta del canal para este 2015.