Francisco se convertirá en el primer papa en hablar ante el Congreso de Estados Unidos el 24 de septiembre, durante su primera visita oficial, un hecho que subraya la popularidad que el pontífice ha alcanzado en el país.
"Será el primer papa en la historia en dirigirse al Congreso en una sesión conjunta", dijo el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner a la prensa en el Capitolio.
Francisco hablará en una poco usual sesión plenaria de ambas cámaras. "Estamos conmovidos de que el Santo Padre haya aceptado nuestra invitación".
El papa había sido invitado formalmente en marzo de 2014 por Boehner, con el apoyo de la líder demócrata ante la Cámara, Nancy Pelosi. Ambos jefes parlamentarios son católicos.
"Estamos conmovidos de que el Santo Padre haya aceptado nuestra invitación"
Francisco había confirmado el año pasado que iría a Estados Unidos en septiembre en el marco de un congreso de la Iglesia católica en Filadelfia.
Estamos "honrados y encantados de que Francisco, el primer pontífice nacido en América, haya aceptado nuestra invitación", dijo Nancy Pelosi.
El Papa "ha renovado la fe de los católicos de todo el mundo y ha inspirado una nueva generación de personas, sin importar su religión, a convertirse en instrumentos de paz", agregó.
"Estamos impacientes por escuchar su llamado a vivir de acuerdo a nuestros valores, a proteger a los pobres y a los necesitados y a promover la paz", continuó.
El papa argentino es muy popular en Estados Unidos, con 78% de opiniones favorables, según un sondeo del instituto Pew realizado en diciembre, por debajo de su aceptación en Europa, pero más que en América Latina, en promedio.
Obama impaciente
Su mediación secreta en el acercamiento entre Washington y La Habana, oficializado en diciembre, no parece haber afectado su popularidad entre los republicanos, en su mayoría hostiles a la normalización de las relaciones con Cuba.
En enero se presentó ante el Senado un proyecto de resolución para agradecer al papa por su intervención, que también permitió la liberación del estadounidense Alan Gross, que cumplía una condena a 15 años en la isla.
"Desde los suburbios de Buenos Aires a la plaza San Pedro, el papa Francisco llega al corazón de millones de personas e inspira a una nueva generación con su estilo renovador y comprometido", comentó Mitch McConnell, el austero líder de la mayoría republicana del Senado, en guerra permanente con la minoría demócrata.
"En un lugar a menudo desgarrado por las divisiones políticas, estoy seguro de que sus palabras nos iluminarán y nos enriquecerán", declaró por su parte el Senador demócrata Richard Durbin.
La agenda completa del viaje del papa Francisco todavía no ha sido anunciada, pero el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, prácticamente confirmó que el pontífice se reunirá con el presidente Barack Obama.
"Desde que el presidente visitó el Vaticano ((en marzo de 2014), donde se reunió con el papa por primera vez, admitió que estaba ansioso por recibirlo en Estados Unidos", dijo el portavoz presidencial.