El papa Francisco exhortó a Europa a seguir acogiendo refugiados y a mantenerse como un “faro de humanidad” a pesar de las amenazas terroristas, al dirigirse al cuerpo diplomático de El Vaticano durante el tradicional saludo de comienzos de año.
Europa no debe perder “los valores y principios de humanidad, de respeto por la dignidad de toda persona” y “de solidaridad recíproca”, a pesar de que el actual flujo migratorio pueda convertirse en ocasiones en “una carga difícil de soportar”, dijo Francisco en su alocución, dedicada esencialmente a los migrantes.
Ante los embajadores y representantes de los 180 países acreditados ante la Santa Sede, reunidos en el Vaticano, el Papa argentino, hijo de inmigrantes argentinos, dedicó buena parte de su discurso anual a tema de la migración, un fenómeno “consistente e imponente”, dijo.
En su discurso, el Papa mencionó la inédita oleada migratoria que afecta a Europa y se refirió también a la situación “dramática” que se vive en la frontera entre Estados Unidos y México, donde tiene programada realizar una visita en febrero próximo, en particular a Ciudad Juárez.
“Ante la magnitud de los flujos y sus inevitables problemas asociados han surgido muchos interrogantes acerca de las posibilidades reales de acogida y adaptación de las personas, sobre el cambio en la estructura cultural y social de los países de acogida, así como sobre un nuevo diseño de algunos equilibrios geopolíticos regionales”, reconoció.
“Son igualmente relevantes los temores sobre la seguridad, exasperados sobremanera por la amenaza desbordante del terrorismo internacional. La actual ola migratoria parece minar la base del 'espíritu humanista' que desde siempre Europa ha amado y defendido. Sin embargo, no podemos consentir que pierdan los valores y los principios de humanidad, de respeto por la dignidad de toda persona, de subsidiariedad y solidaridad recíproca, a pesar de que puedan ser, en ciertos momentos de la historia, una carga difícil de soportar”, advirtió.