Francisco Nicolás Monárdez fue uno de los artífices de la historia grande del Atlético Club San Martín de la década del '70. Y en la cena homenaje a Nicolino Locche, Los Andes tuvo el privilegio de dialogar con este monstruo sagrado.
-¿Qué es de la vida de Pancho Monárdez?
- Cuando dejé al fútbol, me fui a La Rioja, trabajé en Deportes y me jubilé, pero desde siempre trabajé con chicos de inferiores. Inclusive muchos jugadores que tuve en mi escuelita andan desparramados por todo el país. Ahora estamos en un proyecto de formación de juveniles junto a Ricardo Rentera (ex Boca) y Ramón Bóveda (ex Central), que son ex jugadores que trascendieron a nivel nacional. La idea es formar futbolistas y vamos a jugar a provincias vecinas para que se fijen en ellos y así los puedan llevar.
-¿Quiénes son algunos de esos chicos?
-Cuando empezamos, el que salió fue Gerardo Reinoso, un jugador que ahora está en La Rioja y colabora con nosotros. También Walter Gaitán, Gonzalo Bazán, que jugó acá en Independiente Rivadavia y Gimnasia y Esgrima. Y muchos chicos más que están jugando el Nacional B y también los federales. Es algo muy bueno que se hizo y dio sus frutos para ayudar a esos chicos a que salgan de La Rioja y puedan probar suerte en otro lado.
-¿Cuál fue el mejor equipo que integró?
-Hubo muchos buenos equipos. A mí me tocó jugar en una época que fue la mejor del fútbol de Mendoza, donde las canchas lucían llenas y había excelentes equipos, caso San Martín, Gimnasia o Independiente. Pero todos los equipos tenían grandes jugadores. Ahora, mirando fotos en el recuerdo, me doy cuenta de que íbamos a jugar a cualquier cancha y las tribunas estaban siempre llenas. Era impresionante. Y uno ahora dice, ¿cómo puede ser posible lo que está pasando? Pienso que agregaron tantos torneo en AFA que ahora para llegar a Primera tenés que jugar cien partidos. Antes no era así, el campeón o el subcampeón se eliminaba con algún otro equipo e iba directo a los Nacionales.
-¿Y aquél San Martín del '74 que recuerdos le trae?
-Muy buenos, había grandes jugadores, se hicieron partidos memorables y se ganaron los 9 partidos de local. También me acuerdo de cuando fui a Independiente para un Nacional (1977) y compartimos un gran equipo con el “Gallego” Cabrero, Vergara, Montilla, Mémoli, Millán, “Lalo” Bazán, Machuca, también estaba Cúper, que después fue DT.
-¿Qué le produce el presente deportivo del León?
-Es una pena porque siempre fue un equipo convocante, que llevaba mucha gente a los estadios. Ver ahora como está, la verdad es que no está bueno. Pienso que la dirigencia tiene mucho que ver a la hora de armar los planteles. Y si bien, por lo que me cuentan, está trabajando bien en otras disciplinas, San Martín siempre fue fútbol. Y si usted le da un buen equipo de fútbol, la gente va a responder siempre. Godoy Cruz, Independiente y Gimnasia están en otro nivel porque las cosas se hacen bien.
-¿Sigue de cerca al fútbol mendocino?
-Sigo muchísimo al fútbol de Mendoza. Sigo a Gimnasia por la amistad que tengo con el doctor Oscar Casares (NdR: anfitrión de la cena homenaje a Nicolino Locche), me gusta Independiente Rivadavia y también sigo al Deportivo Maipú. Tengo conocidos y amigos en casi todos los clubes.
-¿San Martín le hizo alguna vez un homenaje?
-Me invitaron para un aniversario del club en el que hicieron un partido de fútbol y vine con mi familia y mis hijos para que vieran cómo la gente lo recordaba a uno.
Fue una satisfacción muy grande porque hace poco falleció un hijo mío y esa vez él me acompañó, ya enfermo, porque quería estar conmigo en ese momento. Cuando él era muy chico escuchaba de mí y se acordaba. Me siento bien porque él palpó mi paso por el fútbol, no sólo como jugador sino como persona, que creo que es lo más importante que yo he dejado acá en Mendoza.
-Algunos colegas e hinchas que lo vieron jugar aseguran que su juego era muy similar al de Riquelme. ¿Es cierto?
-Es un elogio muy grande porque Riquelme fue un gran jugador y yo siempre lo admiré. Jugué en la época de Alonso, de Bochini y de los mejores número diez. Mis compañeros me comparaban con todos los grandes que hubo.
-¿Quién era el mejor de Mendoza?
-Siempre admiré a un compañero que jugó conmigo durante mucho tiempo y que era delantero: Víctor Guzmán, el Gauchito; también el Pocho Barroso, me gustaban mucho Salguero, el Documento Ibáñez y Bolita Sosa. Y otros que siempre admiré eran Badía y Quique Lucero.
-No nombra al Víctor...
-Legrotaglie fue un gran jugador, un grande. Tenía una gran pegada y era distinto, pero a mí me gustaba el jugador que era picante, rápido, que llegaba y metía el gol.
-¿Quién fue el defensor que mejor lo marcó?
-Tenía lindos duelos con Mémoli cuando me tiraba hacia la izquierda. El Gringo era un tipo fuerte, pero muy leal.
-¿Un gol?
-Hice muchos goles buenos, pero hay uno que recuerdo patente que fue ante All Boys de La Pampa, en cancha de San Martín y por el Regional. Empecé a gambetear desde la mitad de la cancha, no quedó nadie y pateé, le rebotó a uno, la pelota quedó picando y volví a pegarle y la metí en el ángulo. Lo recuerdo porque a veces me gusta leer algunos de los pocos recortes que guardé.
-¿Su mejor partido?
-Contra River en el triunfo 4-1 en la cancha de Independiente Rivadavia. Ese día jugamos con la camiseta azul y se cortó la luz. Fue un partido espectacular y me acuerdo que me acalambré en los últimos minutos. Ese día, el diario Los Andes me calificó con un 10.
-¿Un técnico?
-Varios, pero Jorge Julio era muy ganador e incentivaba mucho al jugador. También Mumo Orsi y Orlando Garro.
Perfil
Fecha y lugar de nacimiento: 24 de octubre de 1947, en La Rioja
Trayectoria como futbolista: Rioja Juniors, Banfield (1965-1969); Luján (1970-71); San Martín (1972-1976 y 1978-1980); Independiente Rivadavia (1977), Villa Atuel de San Rafael. También jugó en San Lorenzo y Tesorieri (La Rioja) y se retiró a los 34 años.