El papa Francisco aceptó hoy la renuncia por motivos de salud de monseñor Alfredo Zecca, el arzobispo de Tucumán cuestionado por su actuación en el caso del sacerdote Juan Viroche que apareció muerto tras denunciar el avance del narcotráfico y recibir amenazas.
El nuncio apostólico, monseñor Emil Tscherrig, informó que "el Sumo Pontífice Francisco aceptó hoy la renuncia por motivos de salud de monseñor Alfredo Zecca, hasta el momento arzobispo de Tucumán, y le asignó la sede titular de Bolsena".
La comunicación formal de la aceptación de la renuncia de monseñor Zecca no reportó, como es de práctica en estos casos, quien sucederá en el cargo al prelado de 67 años.
Monseñor Zecca notificó el 22 de mayo mediante una carta abierta que presentó su dimisión al Papa y dijo que espera que sea aceptada para seguir cumpliendo funciones en la Iglesia, pero desde el nuevo lugar que el pontífice decida.
"Estoy convencido, en conciencia, de que sería un egoísmo de mi parte que, dada la fragilidad de mi salud, por todos conocida, continuara con la conducción de esta Iglesia hasta los 75 años en que se invita a los obispos a presentar su dimisión", sostuvo.
"Tucumán necesita un pastor más sano y, por lo demás, nadie es imprescindible", agregó.
Monseñor Zecca afirmó que habló "largamente sobre el tema" con el pontífice en una audiencia en febrero en el Vaticano y que el 19 de marzo formalizó su renuncia a través de la Nunciatura Apostólica.
Asimismo, subrayó que deja su puesto antes de tiempo "por consejo médico", al asegurar que su estado de salud es "más precario de lo que aparenta a primera vista".
Monseñor Zecca fue elegido arzobispo de Tucumán el 10 de junio de 2011 por el entonces papa Benedicto XVI y recibió su ordenación episcopal el 18 de agosto de ese mismo año de manos del cardenal Jorge Bergoglio.
En sus casi 6 años al frente del arzobispado de Tucumán, monseñor Zecca tuvo la responsabilidad de organizar el XI Congreso Eucarístico Nacional que se realizó en junio del año pasado en la capital tucumana.
Pero su gobierno pastoral comenzó a ser cuestionado a raíz de su actuación en el caso del sacerdote Viroche, quien el 5 de octubre pasado apareció ahorcado en la parroquia Nuestra Señora de la Nuestra Señora del Valle, de la localidad tucumana de Ingenio La Florida, después de haber denunciado el avance del narcotráfico y haber sido amenazado.
Los cuestionamientos a la actuación de Zecca en el caso Viroche llegaron al Vaticano, donde según fuentes eclesiásticas comenzaron a buscar fundamentos en el derecho canónico que justificaran una jubilación anticipada del arzobispo.