El papa Francisco pidió a los católicos llevar la fe "hasta los confines de la Tierra", anoche durante la velada pascual en la Basílica de San Pedro en Roma.
Durante su homilía, en la que comentó la Resurrección de Cristo, el Sumo Pontífice afirmó que Pascuas significaba "una cosa muy hermosa, sacar una energía nueva de las raíces de nuestra fe".
Francisco también llamó a los fieles a convertirse en "testigos" de la resurrección de Cristo, añadiendo: "No es un retroceso, no es una nostalgia. Es regresar al primer amor, para recibir la fe que Jesús encendió en el mundo, y llevarla a todos, hasta los confines de la Tierra".
Durante la ceremonia del sábado, el Papa administró los sacramentos de la iniciación cristiana (bautizo, confirmación y primera comunión) a una decena de personas, de edades comprendidas entre los 7 y los 58 años, procedentes de Italia, Bielorrusia, Senegal, Líbano, Francia y Vietnam.
Hoy, para la celebración del día más santo del calendario católico romano, el papa argentino celebrará la misa de Pascuas en la Plaza San Pedro, seguida de la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central de la Basílica San Pedro, el mismo en el que apareció por primera vez la noche de su elección en marzo de 2013.
La vigilia es una de las ceremonias más solemnes en el calendario de la Iglesia. El Pontífice ingresó a la basílica oscurecida con una sola vela encendida en la mano, cuya luz compartió posteriormente con otros para iluminar lentamente el templo.
La ceremonia, plena de símbolos, conmemora la oscuridad luego de la crucifixión de Cristo el Viernes Santo, y la alegría y luz por su resurrección el Domingo de Pascua.
En este contexto, Francisco exhortó a los sacerdotes, obispos, cardenales y católicos en general reunidos esa noche a recordar la primera vez que encontraron su fe. "¿Lo recuerdo? ¿Lo he olvidado? Búsquenlo. Lo encontrarán. El Señor está esperando", afirmó.
El intentar recordar no es un acto de nostalgia, sino más bien una forma de traer el fuego de la fe "a toda la gente, hasta los mismos confines de la Tierra", afirmó.
Fue la segunda noche larga para Francisco después de la procesión del Vía Crucis en el Coliseo durante el Viernes Santo. El pontífice argentino de 77 años tendrá algunas horas de descanso antes de celebrar la misa del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro.
Luego contará con una semana para prepararse para la otra celebración importante de la Pascua de este año: las canonizaciones de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II (ver página 22) el 27 de abril, cuando se espera la asistencia de cientos de miles de personas.
El Viernes, durante el Vía Crucis, Francisco centró su atención en la situación de los niños soldados, así como en los inmigrantes que arriesgan la vida para tratar de llegar a países ricos, mujeres y niños esclavizados por los traficantes de personas y los reos presos en cárceles atestadas.
La selección de los temas reflejó la determinación del Papa de concentrar la atención de la Iglesia Católica en los que sufren, con frecuencia en los márgenes de la sociedad.