En un gesto inédito, el Papa Francisco escribió el prólogo del libro "Padre, lo perdono" de un católico alemán que a los 12 años fue violado por un cura y que hoy está casado y es padre de seis hijos.
El Pontífice argentino expresa los más fuertes conceptos de condena contra un fenómeno que ha desprestigiado seriamente a la Iglesia y cuyos escándalos continúan. Francisco los califica como “una monstruosidad absoluta, un horrendo pecado”.
El Papa afirma que “es nuestro deber dar pruebas de severidad extrema con los sacerdotes que traicionan su misión y con sus jerarquías, obispos y cardenales, que los protegen”.
Los episodios de cobertura de los curas abusadores sexuales por parte de las autoridades eclesiásticas continúan y, pese a las advertencias, no se conocen sanciones ejemplares contra los responsables de tapar los casos “para no dar escándalo”.
“¿Cómo puede un sacerdote, al servicio de Cristo y su Iglesia, llegar a causar tanto mal?”, se pregunta Jorge Bergoglio, que recuerda que ha llamado al abuso sexual “un sacrificio diabólico”.
El diario "La Repubblica", de Roma, dedica el titular principal de primera página y dos páginas al caso. Publica una foto grande del Pontífice dándole la mano cálidamente a Daniel Pittet, de Friburgo, la víctima del pedófilo a quien quiso ver 44 años después de ser violado y lo perdonó "pero él no me pidió perdón".
Bergoglio escuchó del propio Daniel cómo fue abusado cuando tenía doce años y el infierno que pasó. “He visto una vez más los daños espantosos causados por los abusos sexuales y el largo y doloroso camino que espera a las víctimas”.
El Papa destaca que “algunas víctimas llegaron hasta el suicidio. Estos muertos pesan en mi corazón, en mi conciencia y en la conciencia de toda la Iglesia. A las familias va mi sentimiento de amor y de dolor; humildemente, pido perdón”.
“La Repubblica” publica fotos de la víctima cuando era monaguillo (cuando fue violado por el sacerdote pedófilo), con la sotana negra durante un tiempo en que fue seminarista y con su esposa y madre de sus seis hijos.
Daniel acusa a la Iglesia de haberle mentido: “Me prometieron que lo alejarían para que no pudiera hacer más tanto daño”. Pero “diez años después supe que lo habían mandado a Francia, donde continuó cometiendo abusos contra los chicos”.
Pittet dijo a “La Repubblica” que en la Iglesia, por lo que sabe, continúan las protecciones a los pedófilos, “que están en las parroquias pero también en las altas jerarquías”.
El matutino edita en la doble página que dedica al caso Pittet y al prólogo del Papa a su libro, la polémica que ha estallado en Italia por la denuncia contra el arzobispo de Nápoles, cardenal Crescenzio Pepe acusado, por una víctima, de abusos sexuales de un cura pedófilo, de haber cometido “graves negligencias” en la cobertura del culpable, sacerdote de su diócesis.
Un calvario narrado 40 años después
Cada semana durante cuatro años fue violado por un cura en Suiza. Más de 40 años después, Daniel Pittet cuenta su calvario y su combate por la verdad en un libro con prólogo del papa Francisco. "Mon Père, je vous pardonne" (Padre, le perdono), de la editorial Philippe Rey, publicado el jueves. Está escrito por un antiguo monje ahora casado y padre de seis hijos.
Daniel Pittet, 57 años, residente del cantón suizo de Friburgo (oeste), conoció al Papa en 2015. El autor describe los abusos que sufrió entre 1968 y 1972 - entre la edad de 9 a 13 años - por parte del cura Joël Allaz, un suizo de la orden capuchina.
Pittet sufrió unas "doscientas violaciones", a menudo en medio del silencio de un convento, según cuenta en entrevista. Pero basta una sola violación "para destruir la vida de una persona". Daniel Pittet estima a "más de 100" las víctimas probables del padre Joël.
Sólo una minoría se ha dado a conocer. “Para una víctima de violación es muy difícil hablar”, dice Pittet, quien ha sufrido depresión y otras enfermedades.
Daniel Pittet esperó cerca de veinte años antes de denunciar al padre Joël Allaz ante la Justicia eclesiástica, después de escuchar sobre una nueva víctima. El sacerdote fue trasladado inmediatamente a Francia, a una diócesis de Grenoble.
Joël Allaz fue condenado en diciembre de 2011 a una pena de dos años de cárcel en suspenso tras un juicio en el que dos víctimas se constituyeron en parte civil.
El sacerdote “nunca fue reducido al estado laical”, lamenta Pittet. El capuchino, ahora de 76 años, sigue viviendo en comunidad en Suiza.
AFP
Cardenales apoyan la reforma
El Consejo asesor de nueve cardenales para la reforma de la Curia romana y su Constitución manifestó ayer su "pleno apoyo" al Papa Francisco luego de la aparición en Roma de afiches y de un diario satírico contra la gestión del Pontífice.
El denominado "C9", creado por Francisco para analizar la redacción de una nueva Constitución Apostólica que remplace a la vigente Pastor Bonus (de 1988) inició ayer en el Vaticano su decimooctava sesión de trabajo desde su creación en 2013.
“En relación a recientes hechos, el Consejo de Cardenales exprime pleno apoyo a la obra del Papa, asegurando al mismo tiempo adhesión y apoyo total a su persona y su Magisterio”, aseguraron los cardenales.