El papa Francisco denunció hoy la "esclerosis espiritual" de una época que no presta atención a quienes sufren, en una mesa de cierre del jubileo de los excluidos en la plaza de San Pedro.
"Hay que preocuparse cuando la conciencia está anestesiada y ya no presta atención al hermano que sufre a nuestro lado o a los problemas serios del mundo, que se convierten solo en palabras escuchadas en las revistas de prensa de los noticieros televisivos", indicó el papa.
"Es un síntoma de esclerosis espiritual cuando el interés se concentra en las cosas que deben producirse y no en las personas que hay que amar", agregó.
"Así nace la contradicción trágica de nuestros tiempos: mientras aumenta más el progreso y las posibilidades, lo que está bien, hay más gente que no puede acceder a ellas".
El viernes recibió a unas 3.500 personas que viven en la calle, entre ellos 1.500 italianos, 1.200 franceses y 500 alemanes, al iniciarse una peregrinación de tres días que les estaba dedicada al fin del Jubileo de la misericordia.
Este año santo "extraordinario", además de los celebrados cada 25 años, se inició el 8 de diciembre de 2015, con motivo del cincuentenario de la conclusión del concilio Vaticano II, y terminará el 20 de noviembre con el cierre de la puerta santa de la basílica de San Pedro.
Este domingo se inicia la semana final del jubileo con el cierre por la tarde de las puertas santas de tres basílicas papales de Roma, San Pablo fuera de los muros, San Juan de Letrán y Santa María Mayor, así como todas las puertas abiertas en las catedrales y algunos santuarios en el mundo.