El papa Francisco admitió que "a veces" se ha "sentido usado por la política" de la Argentina desde que está al frente del Vaticano hace dos años.
"Es un tema delicado y me puede traer consecuencias en la Argentina, lo tengo que decir: a veces me he sentido usado por la política de mi país. Políticos argentinos que pedían audiencia", destacó el ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio.
El Sumo Pontífice hizo estas declaraciones durante un reportaje difundido hoy por el canal de televisión mexicana Televisa, al cumplirse dos años de su papado. "
“Los argentinos cuando vieron un papa argentino se olvidaron de todo, los que estaban a favor o en contra del papa argentino", añadió Francisco.
Al respecto expresó: "Los argentinos no somos humildes y somos muy engreídos".
En el reportaje el jefe del Vaticano le dijo, en tono de broma, a la periodista que lo entrevistaba: "¿Usted sabe cómo se suicida un argentino?. Y de inmediato el Papa ironizó: "Se sube arriba de su ego y de ahí se tira abajo".
También, el papa Francisco aclaró que cuando aseveró que "ojalá" Argentina no se trasforme en una 'mejicanización' por tema narcotráfico, lo dijo "técnicamente".
"Es un término técnico que no tiene nada que ver con la dignidad de México, como cuando hablamos de la 'balcanización'", puntualizó.
El Papa reconoció que esta declaración "levantó pólvora", pero la mayoría, el 90 por ciento del pueblo mexicano no se sintió ofendido por eso".
"Lo cual me alegra, para mí hubiese sido un gran dolor que se interpretara de esa manera....Todo en paz, eso no me cerró la puerta a México, voy a ir a México", dijo.
También, el papa Francisco confesó que tiene "la sensación de que su pontificado va a ser breve, cuatro o cinco años" y que no se siente "solo" y sin apoyos para gobernar la Iglesia.
En una larga entrevista exclusiva con la corresponsal de la televisión mexicana Televisa, Valentina Alazraki, con ocasión de su segundo año de pontificado, el pontífice argentino habló sin tapujos de su elección, de los escándalos, de sus límites como persona, de su visión del papado, de México, de la inmigración y hasta bromeó sobre el "ego" enorme de los argentinos.
"Yo tengo la sensación de que mi pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. Le digo, capaz que no. Por ahí es como la psicología del que juega y entonces cree que va a perder para no desilusionarse después (...) Tengo la sensación de que el Señor me pone para una cosa breve, no más", confesó.
Francisco, de 78 años, descarta "poner un (límite) de edad" al pontificado ya que considera que "el papado tiene algo de última instancia", "una gracia especial", dijo, que no debe tener un término fijado.
Interrogado por la veterana periodista de Televisa, que cubre el Vaticano desde hace unos 30 años, sobre si le gusta ser papa, Francisco responde con resignación: "¡No me disgusta!"
"Una vez dada la cosa después se hace", agregó con tono coloquial, directo y franco, fiel a su estilo.
Francisco también sorprende con un chiste sobre el ego de los argentinos y confiesa que no ama viajar, que es muy apegado a sus hábitos y vuelve a criticar con tono duro a la Curia Romana, la poderosa maquinaria central de la Iglesia, blanco por años de intrigas y escándalos financieros.
"Esta es la última corte que queda en Europa. Las demás cortes se han democratizado, incluso las más clásicas", aseguró tras reiterar que se propone "cambiarla".
Francisco afirmó que "no se siente solo" y aprovechó para zanjar las polémicas surgidas con el gobierno de México por el correo privado enviado a un amigo donde pedía que se evitara la mexicanización de Argentina con respecto a la violencia del narcotráfico.
"Evidentemente que es un término, permítaseme la palabra, técnico. No tiene nada que ver ya con la dignidad de México. Como cuando hablamos de la balcanización, ni los serbios, ni los macedonios, ni los croatas se nos enojan. Ya se habla de balcanizar algo y se usa técnicamente y los medios de comunicación lo han usado muchas veces", explicó Francisco.
El pontífice latinoamericano argentino reconoció que su comentario "levantó pólvora" pero aseguró que según estadísticas que le enviaron "el 90% de los mexicanos no se ofendió por la expresión".