El Papa Francisco canonizará hoy, en el curso de una ceremonia en el Vaticano, a la Madre Teresa de Calcuta, emblema de la caridad y dedicación a los pobres, quien se convierte así en modelo para los católicos de todo el mundo.
La ceremonia será celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de personas, religiosos y autoridades de todos los continentes, entre ellos la reina Sofía de España.
“El papa Francisco quiere llamar la atención del mundo para que se encuentre una razón para vivir y esperar. Un llamado a la misericordia ante un mundo tan fracturado”, explicó el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado.
La “infatigable benefactora de la humanidad”, como la llamó el papa Juan Pablo II, será canonizada un día antes de que se cumplan 19 años de su fallecimiento en Calcuta, el 5 de setiembre de 1997, a los 87 años.
La célebre monja, que dedicó su vida a los pobres y enfermos, alcanzará la gloria de los altares durante el año santo extraordinario de la misericordia proclamado por el Papa argentino.
“El mensaje de la Madre Teresa es muy actual, porque nos invita a superar la indiferencia”, recordó Parolin.
El anuncio de la canonización fue hecho en marzo pasado después de que el Papa reconociera que la Madre Teresa intercedió en un segundo milagro en 2008 para la curación inexplicable de un brasileño que se encontraba en fase terminal por problemas cerebrales.
Según las normas del Vaticano, es necesario demostrar que el candidato intercedió en dos milagros para que sea proclamado santo.
Para muchos católicos, la canonización de la Madre Teresa debería ser celebrada en Calcuta, la ciudad de India donde vivió casi toda su vida y donde nació su deseo de aliviar la miseria, la pobreza y el abandono que padecían muchos de sus habitantes.
Pese a ello, las autoridades eclesiásticas la programaron en San Pedro para honrarla desde el mayor templo de la cristiandad como ejemplo para los católicos de todos los continentes.
Se prevé que el ministro de Relaciones Exteriores indio, Sushma Swaraj, y otros dignatarios del país de adopción de la Madre Teresa asistan a la ceremonia.
La religiosa (1910-1997), nacida en una familia albanesa de Macedonia, fundadora de su propia congregación en 1950, las Misioneras de la Caridad, durante más de 40 años consagró su vida a los pobres y los enfermos, obteniendo en 1979 el Premio Nobel de la Paz.
La mujer, una de las más conocidas y populares de la cristiandad moderna, fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003 en una ceremonia en Roma a la que asistieron 300.000 fieles.
En 2002, el Vaticano había reconocido un primer milagro, la curación de una mujer bengalí de 30 años, Monika Besra, que padecía un tumor abdominal. El papa Francisco contó que conoció en Roma a la religiosa, que iba siempre vestida con un sari blanco bordado de azul, con motivo de un sínodo de obispos en 1994: “Suscitaba temor”, confesó.
Trabajar por los pobres
La nueva santa, que tuvo al inicio una vida difícil aún dentro de la misma iglesia, que no siempre vio con buenos ojos su congregación, obtuvo fama mundial tras años de labor convirtiéndose en la benefactora de los desposeídos e inspirando numerosos filmes y libros.
La estadounidense Mary Johnson, que por 20 años perteneció a la congregación Misioneras de la Caridad, autora del controvertido libro “Una sed insaciable”, describió a Madre Teresa como un ser humano ambicioso, más que como a una santa.
“Ella era una persona que hubiera podido realmente realizar cambios muy, pero muy importantes. Inclusive contó con mucho dinero para lograrlo, pero no le interesaba. Para mí desperdició esa oportunidad”, aseguró Johnson.
“Ella quería ser santa, eso lo tenía claro, esa era su gran ambición, por lo que fue siempre una persona obediente”, agregó.
En la década de los ’90, la asociación del ícono de la caridad con la princesa Diana de Gales le reportó mucho reconocimiento y popularidad, pero también críticas por su defensa del sufrimiento sin luchar contra la condición de miseria y no hacer nada por revertirla.
“Es cierto. Parte de la doctrina social de la Iglesia es eliminar las causas del sufrimiento, las estructuras. Ella decía que otros tenían esa tarea, su misión era la de aliviar el sufrimiento”, explicó el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de Madre Teresa, a quien conoció de cerca.
Cartas privadas publicadas después de su muerte, el 5 de setiembre de 1997, revelaron también que en los últimos 50 años de su vida estaba desesperada por la sensación de haber perdido el “contacto personal con Jesús” mientras seguía firmemente dedicada a su causa.
Sus relaciones con el poder, su gestión de las donaciones recibidas, su dura y fuerte oposición al aborto, la convierten en una santa moderna, pero con su lado oscuro.
Milagrosa cura a un brasileño infectado por un virus letal
El hombre brasileño cuya milagrosa cura de una infección cerebral allanó el camino para la canonización de la Madre Teresa, dijo el viernes que está agradecido por su vida pero que no se siente particularmente elegido por Dios.
Marcilio Haddad Andrino dijo, durante una conferencia de prensa en El Vaticano, que, más bien, él sólo es un ejemplo de la amplia misericordia y amor de Dios.
“El Señor misericordioso nos mira a todos sin distinción”, dijo Andrino. “Quizás esta vez fui yo, pero quizás mañana será alguien más. La madre misericordiosa nos cuida a todos. No me siento especial”.
En diciembre, el papa Francisco decretó que la cura de Andrino era un milagro luego de que doctores y teólogos del Vaticano determinaran que era inexplicable desde un punto de vista médico y que se debía a la intervención de la Madre Teresa, quien murió en 1997. Fue el paso final necesario para canonizar a la monja que cuidó de los más pobres.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, dijo que las 100.000 entradas para la misa de hoy habían sido distribuidos, pero que la cantidad de gente a reunirse podría ser mayor y que podría llenar las calles cercanas a la Plaza de San Pedro. Hasta ahora, 15 delegaciones oficiales han confirmado su presencia, 13 de ellas dirigidas por jefes de Estado, y 600 periodistas se han acreditado.
Desahuciado
La esposa de Andrino, Fernanda Nascimento Rocha, recordó que ella y su familia comenzaron a rezar fervientemente por la intercesión de la Madre Teresa luego de recibir una reliquia de la monja el 5 de setiembre del 2008, luego que Andrino comenzó a padecer de los efectos de una infección viral en el cerebro.
Para diciembre de ese año, pese a que se le administraron fuertes antibióticos, los abscesos cerebrales y fluidos se habían acumulado tanto que Andrino estaba teniendo dolores de cabeza incapacitantes.
De acuerdo con la historia oficial, los doctores decidieron que lo único que se podía hacer es operar, pero el día de la operación no pudieron prepararlo.
“Cuando el doctor salió de la sala de operaciones diciendo que no lo podían operar -y que el medicamento ya no estaba funcionando- yo recé mucho”, dijo Nascimento Rocha.
“Le pedí a la Madre Teresa que curara a Marcilio si esa era la voluntad de Dios; si no, que se lo llevara de la mano a la casa de nuestro padre para sentir su cariño”.
Nascimento Rocha agregó que fue a la casa de su madre y rezó “con toda la fuerza que tenía”.
Cuando el doctor regresó a la habitación de Andrino, él estaba despierto, libre de dolor y asintomático, de acuerdo con el sacerdote encargado de la santificación de la Madre Teresa, el reverendo Brian Kolodiejchuk.
En un lapso de seis meses, dijo Andrino, él pudo regresar a trabajar. Poco después, la pareja tuvo al primero de sus dos hijos, pese que a Andrino le habían dicho que los fuertes medicamentos le harían estéril.
Andrino dice que sus hijos son “la extensión del milagro”.
“Estamos muy agradecidos con la Madre Teresa por nuestra familia”, puntualizó.
AP