Francia derrotó a la campeona del mundo Alemania por 2-0 con un “doblete” de Antoine Griezmann, en Marsella, en una segunda semifinal de la Eurocopa que permitió a los anfitriones cobrarse la revancha de su eliminación hace dos años en los cuartos de final del Mundial y citarse con Portugal en la gran final del domingo.
Griezmann, máximo anotador del torneo ahora con 6 tantos, adelantó a los Bleus de penal en el descuento de la primera parte y en la segunda mitad sentenció.
“Estamos muy felices. El sueño será poder festejar el día de la final. Mientras tanto tenemos que mantener los pies en el suelo”, afirmó Griezmann.
Los franceses buscarán por lo tanto ante el Portugal de Cristiano Ronaldo, clasificado también con un 2-0 sobre Gales, reeditar sus éxitos de la Eurocopa-1984 y el Mundial-1998, donde también se coronaron siendo los anfitriones.
Sería su tercer titulo en la Eurocopa, donde fue igualmente campeón en la edición de 2000, mientras que Alemania, que buscaba su cuarta corona continental veinte años después de la última en 1996, no podrá encadenar este título con el del Mundial de Brasil 2014.
Precisamente en ese Mundial, en el país sudamericano, habían cruzado sus caminos alemanes y franceses, en cuartos de final, con triunfo para los primeros por 1-0.
Pero los traumas históricos de Francia ante Alemania en los grandes torneos se remontan sobre todo a las semifinales del Mundial perdidas en España 1982 y México 1986, unas heridas profundas que se reabren cuando ambos equipos vuelven a enfrentarse.
Por eso el triunfo tuvo un sabor especialmente dulce para una Francia que hasta ahora había tenido adversarios menores, pero con la cabeza de Alemania en su muro de trofeos de caza puede empezar a sentirse favorita para la final.
“Siempre creí en mis jugadores, lo que elegí para formar el grupo”, afirmó el técnico francés, Didier Deschamps, tras el triunfo.