Al igual que en la negociación del empleados de Salud, la paritaria de la Administración Central mostró, en su tercer encuentro, una división entre los gremios participantes. Es que la “última propuesta” hecha por el Gobierno de Alfredo Cornejo fue rechazada por ATE, pero será debatida por las bases de UPCN.
En tanto Sitea, ni siquiera participó en el final del encuentro, tal vez por el rechazo que tuvo su propia proposición, que era la de “no agotar el diálogo y posponer por unos días” la reunión, ya que hoy habrá una asamblea intersindical para definir posturas.
La división ya se percibía desde la mañana. Mientras ATE cumplía su segunda jornada de “huelga”, con una poco numerosa marcha a Casa de Gobierno, Sitea discutía la posibilidad de pedir ese cuarto intermedio.
“Es una paritaria compleja. Son 28 regímenes y necesitamos más tiempo para discutir”, dijo Fernando Orellano, para justificar la intención de posponer, que también fue apoyada por UPCN.
Para Sitea, la propuesta salarial del Gobierno estaba “lejos” de sus pretensiones. Sin embargo, consideraron que había “acercamientos desde lo conceptual”, que ameritaban la idea de seguir discutiendo en comisiones técnicas.
A favor de esto, jugó un mandato “unánime” de la asamblea de empleados de la Subsecretaría de Trabajo, que -nota mediante- pidieron a la mesa buscar “un acuerdo” para que fuera contemplada la posibilidad de incorporar varios reclamos propios “por primera vez en la historia”.
Al inicio de la reunión, el subsecretario de Trabajo, Alejandro Jofré, ante los pedidos, propuso postergar la reunión. Pero el titular de ATE, Roberto Macho, enojosamente rechazó el pedido y hasta insinuó que el Gobierno no había llevado propuesta alguna.
En consecuencia, tras un cuarto intermedio de varios minutos, la negociación continuó y el Ejecutivo entregó su oferta.
Específicamente postuló un aumento del sueldo básico del 25% anual, en dos etapas, 15% desde marzo y 10% desde agosto (no acumulable).
Además, ofertó modificar varios porcentajes en los títulos y un 5% en diversos adicionales. Se propuso también un “aumento salarial garantizado”, de $ 1.700 desde marzo y de $ 2.400 desde agosto, en bruto para quienes no alcancen a esa suma con el incremento global.
Según el representante del Ejecutivo, Ulpiano Suárez, fue “la última propuesta” para este sector y representó “el mayor esfuerzo” del Gobierno, ante la crítica situación financiera.
Macho retrucó diciendo que lo que se necesita para que haya más aumento es “una decisión política” y, reiterando el pedido de una propuesta “que contemple la realidad inflacionaria”, rechazó la propuesta “por insuficiente”.
La delegada de UPCN, Alejandra Nievas, informó que bajará “a las bases” la proposición, mostrando una vez más la diferencia con ATE. Incluso afirmó que el rechazo del gremio mayoritario “perjudicó el trabajo que se venía haciendo en las comisiones técnicas”. Esto, en relación al pedido de postergación que ellos también buscaban.
Con este nuevo escenario, crece la posibilidad de que el aumento se dé por decreto, como el de los docentes. El gobernador Cornejo ya ha dicho que no tendrá inconveniente en firmarlo. Ayer, Suárez intentó morigerar esa instancia: “Todavía queda una nueva reunión, el miércoles que viene”.
Efectivamente, en ese nuevo encuentro puede ocurrir que cualquiera de los gremios traiga una aceptación. Aunque sólo UPCN dijo llevarlo a las bases. “ATE se salió de la negociación y habrá que ver qué hace Sitea”, informó Jofré.
De todos modos, Suárez mantiene la expectativa. “Mientras uno de los gremios baje la propuesta, la mesa está abierta”, señaló, al tiempo que se comprometió a seguir discutiendo “otros aspectos, pero no los salariales”, en otras instancias.
A punto de perder "una oportunidad histórica"
Los empleados de la Subsecretaría de Trabajo no quedaron muy contentos al finalizar la paritaria de la administración central. Es que por primera vez en 30 años, lograron sentarse en las comisiones técnicas y hacer un planteo propio.
Se trata de una propuesta de lograr un convenio específico, que contempla la jornada de siete horas, en función de los aumentos de los ítems, entre otros puntos.
“Todos votamos la propuesta y queríamos discutirla para que se aprobara en la paritaria”, informó Mariana Barrionuevo, delegada de UPCN en ese organismo. “Pero si ATE rechaza, quiebra y se abre la posibilidad del decreto, esto afectaría todo nuestro trabajo hasta ahora” se lamentó. “Se perderá una oportunidad histórica”, concluyó.
Macho vs. Iturbe
La discordia entre ATE y Ampros llegó a las redes.
En la cuenta oficial de ATE en Twitter, Roberto Macho publicó un afiche con la leyenda: “Los profesionales de la Salud no aceptamos” la propuesta.
Eso fue cuestionado por Claudia Iturbe, de Ampros. “¿Ya tenían el cartel preparado para el rechazo? ¿Cómo sabían que era insuficiente?”, dijo.
“¡Ay! Iturbe somos demasiado operativos (...). Si querés hago uno para vos”, le contestó Macho. “Si las bases lo rechazan lo acepto encantada, pero tengo que esperar la decisión de la asamblea.”, retrucó ella.