Lejos de apaciguar la protesta social, el llamado al diálogo y la suspensión de la reglamentación de la ley 9.209 -que hizo el gobernador Rodolfo Suárez ayer al mediodía- recrudecieron las marchas en toda la provincia.
Vecinos autoconvocados y asambleístas se reunieron cerca de las 20 en la esquina de Garibaldi y San Martín. Con el correr de los minutos fueron llegando personas de todos los puntos del Gran Mendoza y cerca de las 21 las columnas de gente llegaron hasta la calle Las Heras (cuatro cuadras hacia el norte).
El pedido común fue claro y contundente: "Derogación de ley 9.209". Mujeres, hombres, niños, trabajadores, docentes, obreros, personas vestidas con camisa y otros con bombos y rastas coparon las calles mientras que desde los locales comerciales se asomaban los empleados y aplaudían en señal de aceptación.
Casi en simultáneo las marchas se replicaron en distintos puntos de la provincia bajo la misma consigna y en total calculan que superaron ampliamente el número de personas que el lunes lelgaron a Casa de Gobierno exigiendo que el Poder Ejecutivo no promulgara las modificaciones a la ley 7.722.
Otra de las premisas de lo manifestantes, además de la derogación de la ley que la Legislatura sancionó en dos sesiones exprés el viernes pasado, fue hacer una marcha pacífica y en este sentido, el pedido de las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (Ampap) fue denunciar a los violentos o encapuchados que pudieran estar en la calle.
Entre los carteles se leían frases como “no vendan nuestro futuro”, “los políticos tienen precio, el agua de Mendoza no se negocia”, “que luche, que luche, que el mundo lo escuche”, “el agua vale más que el oro” y “suspender no es lo mismo que vetar”. Entre los cantos primó el “Suárez basura, queremos agua pura” y “que linda está la cordillera, si la tocan que quilombo se va armar”.
Más allá de la declaraciones del gobernador en conferencia de prensa, el plan de defensa del agua continuó como estaba programado con convocatorias en San Rafael, Malargüe, Uspallata, La Paz, Luján de Cuyo, Tupungato, Maipú, Tunuyán, Lavalle, San Martín y Alvear. Y según las imágenes que compartieron los asistentes en las redes sociales y los colegas que presenciaron las manifestaciones, fueron multitudinarias y pacíficas.
Defensa del agua
Las asambleas están activas desde hace más de 12 años y fueron un actor principal en la gestación de la ley 7.722. El texo original prohíbe el uso de mercurio, cianuro y sustancias químicas en la actividad minera.
En ese entonces, los cortes de ruta informativos e intermitentes en distintas rutas de Mendoza fueron clave para crear una conciencia ambiental sobre el cuidado del agua entre los ciudadanos.
Ante los pedidos de inconstitucionalidad a la 7.722 por parte de las empresas mineras, las asambleas volvieron a las calles y acamparon en la zona del Poder Judicial hasta que la Suprema Corte de Justicia de Mendoza no dio lugar a las acciones y ratificó la vigencia de la norma.
El año pasado volvieron a la escena tras el tratamiento en comisiones de dos proyectos de senadores peronistas para modificar la letra de la ley y abrir la puerta a la instalación de la mineras metalíferas. Al principio, las iniciativas fueron impulsadas por el oficialismo que les dio quorum para ser tratadas en comisión pero después decidió cajonearlas por la proximidad del año electoral.
Ahora, Ampap volvió a las calles por la sanción de la 9.209 que modifica el texto y la 7.722 y permite el uso de cianuro en la minería. A las acciones que propusieron se sumaron personas sin ningún tipo de bandera política y de distintos sectores sociales.
Además, la protesta empezó a tomar dimensiones nacionales con la convocatoria a marchas en otras provicnias como Chubut, Santa Fe, Buenos Aires y Neuquén; e internacionales con los pedidos en las redes sociales de artistas como René (exintegrante de Calle 13) e Ismael Serrano, entre otros.