Llegó corriendo. Su figura se fue tallando sobre los edificios de la Universidad Nacional de Cuyo. El celeste y blanco de su indumentaria olímpica contrastaba con el verde de los parques. Acababa de llegar para cumplir una nueva meta, la de cursar y recibirse como contadora.
A medida que se acercaba, su sonrisa y físico atlético se fueron consolidando en Celia Tejerina, la atleta mendocina que tuvo el honor de competir en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la especialidad RS:X de windsurf. Así marcó así un hito histórico para el deporte a Vela en Mendoza.
Humilde, sincera, emocionada y con una efusividad casi extrema de expresar su experiencia en cada segundo, en cada palabra. De esta manera, Celia detalló en la entrevista con MÁS Deportes cada uno de los momentos de su experiencia en los Juegos Olímpicos, aunque -previo a la nota- su primera expresión fue: "¡Qué hermoso que es el sol de Mendoza. Lo extrañaba!".
En relación con su vivencia en Río, remarcó: "Sólo el primer día tuvimos viento y eso me favoreció pero luego se complicó un poco. En el primer día los nervios fueron tremendos. Me habría gustado tener jornadas con algo más de viento. Pero intentamos hacer lo mejor bajo las condiciones que se presentaron."
"Los Juegos Olímpicos se me pasaron muy rápido. Increíble. Cuando hablo de Río repaso cada uno de los detalles de la puesta a punto que tuve que hacer para llegar a los Juegos. El trabajo. La dedicación. Dejar de lado muchas cosas. Pero no me arrepiento".
En relación con las regatas, resaltó: "El viento fue variable y eso te todo más dinámico. Te hace pensar y corrí el tercer día con viento del Oeste, algo que nunca había experimentado. Fue una condición muy complicada. A cada momento uno se debe adaptar a cada cambio que se produce. Todas las regatas son distintas".
"Es un honor, un orgullo ser parte del equipo de Vela con navegantes increibles. Eso es impagable".
"Llegar a la Villa Olímpica para la inauguración fue toda una odisea. Todo porque el taxista se había equivocado de ruta y llegué sobre la hora, pero una vez que pisé el interior del estadio fue algo que no se puede describir. ¡Maravilloso! No sólo es la competencia."
Fue su hora
Con relación a que marcó un hito en las páginas del deporte a Vela en Mendoza, dijo: "Todo pasa muy rápido y uno se da cuenta de lo que hizo cuando llega y la gente te saluda. Te pregunta cosas sobre lo que viví en Río. Ser la primer mendocina en los Juegos Olímpicos es una gran responsabildiad ya que debo dejar una enseñanza para los chicos que vienen", finalizó.
