Comenzó como una ilusión y terminó siendo realidad. El mendocino Axel Müller (22 años) fue una de las figuras en el seleccionado argentino de Seven que participó en los Juegos Olímpicos de Río.
Recién llegado a Mendoza enfatizó: "Participar en los Juegos Olímpicos fue un sueño que tuve toda mi vida. Cuando vivía en Estados Unidos (estuvo hasta los 16 años) sabía que iba a llegar aunque fue en otro deporte como es el rugby en la modalidad de Seven, pero se hizo realidad".
El jugador de Marista, y como parte de su destino fue el primer argentino en apoyar un try en un Juego Olímpico pero además, fue ante Estados Unidos: "En el momento no me dí cuenta. Recién reaccioné cuando finalizó el partido y me dijeron que era el primer argentino en lograr un try, y menos pensar que había sido ante Estados Unidos. Increíble", reaccionó.
"Para cualquier deportista de alto rendimiento la meta está fijada en un Mundial o los Juegos Olímpicos. Estar en Río fue una sensación, experiencia única, como vestir la camiseta argentina, la de Los Pumas que es un orgullo, un tatuaje en nuestra piel", dijo emocionado.
Axel Müller ya confirmó que jugará en Francia, más precisamente en Toulon: "Si cambiará todo nuevamente. Espero adaptarme al juego pero confío mucho en mis condiciones. Es una nueva puerta que se abre".
Müller desde muy pequeño comenzó la práctica deportiva, entre ellos el atletismo, la lucha grecorromana, fútbol americano y el decathlon: "Creo que a partir de ahí desarrollé todo mi potencial. Me di cuenta de muchas cosas. No tenía dificultades sobre las diez pruebas y me iba muy bien. Fue cuando se me cruzó por la cabeza que tenía que estar en los Juegos Olímpicos".
Sin dudas que su destacada actuación jugando al seven tiene un significado clave, determinante; la conjunción de todos los deportes que realizó anteriormente pulidos para potenciar sus cualidades en uno sólo el rugby. "Es un deporte que siempre busqué. Tiene los cambios de paso, al velocidad, el tackle. Hay jugadores impresionante en Fiji, Nueva Zelanda, Australia de los cuales debo aprender mucho. Por eso disfruto cada segundo".
"El rugby es de amigos. Lo importante no sólo es que uno apoye (try), también jugamos para que lo haga un compañero. Ahí está el espíritu del juego, del equipo, el corazón".
En relación al rugby argentino remarcó: "Fiji, ni Nueva Zelanda sorprenden, es más, nunca personalmente les puede ganar. Siempre acortamos la brecha. Hace años atrás perdíamos por 40 a 0. Hoy estamos a unos puntos y por algunos errores propios no logramos capitalizar el triunfo. La diferencia está ahí. Sólo hay que corregir nuestros errores, pero seguimos creciendo. Estamos entrenando a nivel de las demás potencias y eso se nota".
