Un momento de extrema excitación, un hombre al que se le tiene confianza, una idea falsa de que esa situación de frenesí es "eterna", en la que el amor y el sexo se confunden en la cabeza de una mujer, es -cada vez más seguido- el embrión de un futuro problema que las chicas deben afrontar cuando menos se lo esperan. Cuando de un momento a otro, dejaron de ver a ese hombre o cuando descubrieron las verdaderas intenciones del sujeto, esas mujeres se sorprenden al enterarse de que fotos y/o videos en las que ellas salen en situaciones eróticas son utilizados para arruinarles la vida.
En las oficinas fiscales del Gran Mendoza, las denuncias de féminas que acusan a hombres que las extorsionan o bien que se enteran de que sus fotos "privadas" ahora están colgadas en internet, se han triplicado en los últimos meses.
"De un promedio de un caso cada 15 días, hoy estamos en 3 ó 4 por semana", alerta el oficial inspector Rubén Ramonda, a cargo de la oficina de Delitos Tecnológicos de la Policía de Mendoza.
La tarea de Delitos Tecnológicos consiste en investigar con métodos de informáticos de dónde vienen las fotos, quién las colgó y, en menor medida, sugerir a los fiscales en qué tipo de delito se pueden encuadrar las conductas de los denunciados.
"Hace poco, el congreso de la Nación aprobó la ley de grooming, que hace referencia al acoso por medio de internet al que son sometidas personas; los casos más comunes tienen que ver con menores y los delitos sexuales. Esta ley es incorporó al Código Penal con la figura del ciberhostigamiento", cuenta el oficial principal.
Sin embargo, en el caso de las mujeres captadas en fotos en situaciones eróticas o directamente sexuales, la pesquisa se vuelve un poco más complicada. A medida que se agigantan las redes sociales, el problema se agranda. A eso se le suma que el crecimiento en materia jurídica en el tratamiento de estos delitos avanza a un ritmo menor que la evolución de las nuevas tecnologías.
"Lo cierto es que una vez que alguien se saca una foto, hoy por hoy, no sabe dónde puede ir a parar. Con los teléfonos móviles, las tablets, las cámaras digitales, una simple fotografía puede iniciar un recorrido que el mismo protagonista desconoce. "La foto desnuda que te sacó tu novio hoy, en cuestión de horas puede estar en un sitio porno", grafica Ramonda.
Los motivos
Por alguna razón, más del 80 por ciento de este tipo de denuncias las hacen mujeres. Casi no hay hombres en Mendoza que recurran a la Justicia para quejarse porque una imagen suya desnuda o erótica viaja por internet. Para otro especialista de delitos informáticos, el motivo de que sean las mujeres quienes denuncian tiene que ver con "algo de machismo, sencillamente".
Entre las 12 y 15 denuncias mensuales que recogen las oficinas fiscales locales, el móvil de las publicaciones tiene que ver con extorsiones o simplemente hacerle daño a la mujer apuntada.
"En un departamento del Sur, una contadora mantenía su noviazgo con un argentino en Madrid, llegaban a tener sexo virtual; pero un día la chica lo dejó y el hombre subió todos los videos a las cuentas de los amigos que ambos tenían por la red social Facebook; en este caso claramente estamos hablando de un hombre despechado".
Otro suceso que recuerda el pesquisa ocurrió recientemente en Luján de Cuyo con una chica de 19 años de edad. "Acá la víctima se dejó filmar teniendo sexo con dos varones. Bueno, supuestamente uno de ellos la comenzó a extorsionar con que volviera a tener sexo con él a cambio de que no colgara esos videos, ya fuera en redes sociales o directamente en páginas porno. La chica hizo la denuncia con sus padres y en este caso el delito sería la extorsión".
Jorge Chaves, abogado especialista en Derecho y Tecnología se mete con el sex-selfie, "que es la acción de autofotografiarse durante la cópula. Se trata de una práctica que ha alcanzado un status comportamental y social de gran aceptación, al igual que la práctica posterior de publicar tales instantáneas en internet".
En ese sentido, el especialista advierte que en medio de tanto placer, el futuro puede deparar dolores de cabeza. "Los autorretratados pocas veces reparan en las consecuencias para su privacidad, intimidad y reputación personal en el caso de que las imágenes caigan en poder de algún internauta inescrupuloso, o lo que es peor, que alguno de ellos decida aniquilar psicológica y socialmente a su ex pareja, al someterla al escarnio de la vergüenza y la pública humillación, gracias al anonimato, la viralidad y la configuración legal y tecnológica de la web, la que facilita que la imagen quede alojada en la Red a merced de cualquier inescrupuloso que desee descargarla y almacenarla".
¿Qué hacer? Poco se puede
En la medida que la tecnología crezca del modo que lo hace (según el Indec, actualmente en Argentina existen 58,8 millones de celulares en servicio, lo que representaría 1,8 aparatos por usuario), las posibilidades que la jurisprudencia la alcance son pocas.
En lo meramente jurídico, para frenar esa suerte de acoso informático, lo que hay que hacer es la denuncia penal en una fiscalía. Y luego esperar que un juez tipifique el delito para que finalmente esas imágenes dejen de circular por la web. Claro que mientras todo este proceso ocurre, las imágenes se mueven, se almacenan, se comparten. Y si la Justicia llega, llega tarde.
"Por eso, yo siempre les digo a mis alumnos en la facultad: uno puede sacarse las fotos que quiera con su pareja; lo que sí tienen que atenerse a las consecuencias", dejó a modo de consejo el abogado Chaves.
Fotos y videos hot: del erotismo al dolor de cabeza
Crecen en Mendoza las denuncias de mujeres a las que hombres les “cuelgan” fotos y videos eróticos en internet. Por qué es tan engorroso terminar con este tipo de acoso. Dos casos testigo que se investigan en este momento. Extorsión y venganza son los móv
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