Un cura estadounidense encontró la solución para continuar con la bendición de sus feligreses manteniendo la distancia social, una de las medidas adoptadas en la mayor parte del mundo para evitar los contagios de COVID - 19.
Se trata del reverendo Timothy Pelc de Detroit, Estados Unidos, quien utilizó una pistola de juguete rellena de agua bendita para dispararle a las personas que acudían a verle en el auto.
Las imágenes del curioso método fueron compartidas en la página de Facebook de la iglesia Saint Ambrose Parish, donde oficia.
En ellas se puede ver a Pelc vestido con su clásica sotana y una Biblia en la mano pero además lleva puesta una mascarilla y guantes de látex para protegerse del coronavirus.
En una entrevista con BuzzFeed, el cura de 70 años confesó su miedo a que el Vaticano se quejara por esta práctica después de que se viralizara recientemente por internet, pero no ha recibido ninguna queja todavía.