Fotógrafos de bebés: el recuerdo “perfecto” de sus primeros días

Cada vez más familias eligen inmortalizar esa etapa de la vida de sus hijos contratando a profesionales. Las sesiones pueden durar 3 horas.

Fotógrafos de bebés: el recuerdo “perfecto” de sus primeros días

Cada vez son más las familias mendocinas que eligen inmortalizar los primeros días de vida de sus bebés con fotografías realizadas por profesionales.

La tendencia alcanza también a embarazadas. La mayoría de los fotógrafos que se dedican a este tipo de trabajo son mujeres.

Natalia Arenas comenzó a hacer con producciones fotográficas a recién nacidos hace ya 5 años. "Empecé con mi hijo y luego fui capacitándome, haciendo cursos con gente de otros países porque en Argentina no había muchos fotógrafos que se dedicaran a eso", recuerda.

Algo similar le ocurrió a Candela Vilche, de Le Capture, hace 2 años. Sin embargo, ella decidió aprender por su cuenta. "Fui investigando muchísimo por distintos medios, porque es en España y en Estados Unidos donde más se da este tipo de trabajo", indica.

Más allá de los inicios, lo cierto es que ambas profesionales coinciden en que fue a mediados de 2016 cuando hubo una especie de explosión en la demanda del servicio, que ha seguido en franco ascenso. Inclusive, son muchas las embarazadas que también consultan para hacer producciones de "la panza", solas o con sus parejas.

El principal objetivo de quienes deciden contratar profesionales es tener una foto perfecta que recuerde los primeros días de vida de su bebé, algo difícil de lograr en casa. Es que quienes se dedican a esto conocen técnicas para hacer sentir cómodos a los pequeños, cómo generar el clima adecuado y que todos se sientan tranquilos durante las 3 horas que dura -aproximadamente- la sesión.

Según explica Arenas, "la mayoría de las fotos se trabajan con el bebé desnudo, por lo que la temperatura del estudio suele estar entre 28 y 30 grados". Aunque depende del estilo de cada profesional, en las producciones suelen utilizarse muñecos de apego o peluche, disfraces, mantas, luces, cestos, banderines y todo aquello que ayude a crear un contexto especial para que los pequeños se luzcan.

En cuanto a la época, lo ideal es hacer las instantáneas durante los primeros 15 días de vida, “porque duermen más profundo y tienen más elasticidad”, indica Arenas, agregando que su recomendación es “entre los 6 y los 10 días. Antes no porque duermen más”.

Teniendo en cuenta esto, quienes deseen asegurarse el turno deberían pedirlo durante el embarazo. Es que, luego de esa etapa, el bebé presenta cambios que afectan la sesión y es más complejo lograr las poses deseadas sin estresarlo. “No podemos forzar al bebé a hacer algo que no quiere. Algunos duermen toda la producción y es más fácil ponerlos en todas las poses”, describe Vilche.

"Como experiencia fue la mejor. La fotógrafa vino a casa y armó todo acá", cuenta Laura (27). Mientras, para Corina (31) fue muy importante "que la fotógrafa supiera cómo tratarlo" (al bebé).

Luego de las primeras dos semanas de vida, los pequeños empiezan con cólicos, están más atentos al entorno, duermen menos y se estiran más, lo que dificulta lograr tomas en las que duermen.

No obstante, si no se pudo registrar esa fase, Vilche aconseja hacer las fotos “entre los 3 y los 5 meses, porque ya pueden estar boca abajo, sostienen la cabeza y sonríen más”. Además, las sesiones pasan a durar una hora, como mucho.

Recuerdo único

Quienes han decidido tener el registro de los primeros días de vida de sus hijos aseguran convencidos que es algo que recomiendan vivir, a todos los padres. "Como experiencia fue la mejor. La fotógrafa vino a casa y armó todo acá. Tener ese recuerdo es único. Le hicimos la sesión cuando tenía 40 días y Milo ahora tiene 3 meses y ha cambiado un montón", precisa Laura (27).

Junto a su pareja empezaron a averiguar con distintos profesionales hasta que dieron, a través de una amiga, con la fotógrafa que finalmente hizo el trabajo: “Nos pusimos a averiguar precios y nos pedían entre $ 4.000 y $ 6.000, nos parecía muy elevado. Después nos la recomendaron a ella que nos cobró $ 1.200".

Luego de ver el resultado, Laura reconoce que a futuro han decidido “seguir haciendo sesiones para tener un registro de las diferentes etapas” en la vida de Milo.

Por su parte, Corina (31) es otra mamá que eligió esta opción para tener una imagen perfecta de esa fase de Mateo, su bebé. "Para mí fue muy importante que la fotógrafa supiera cómo tratarlo, porque como mamá primeriza recién le estaba conociendo las reacciones y ella sabía técnicas para hacerlo sentir como si estuviera en el vientre", cuenta.

La emoción a la hora de recibir el trabajo terminado es algo que agrega un plus. “Los abuelos paternos de Mateo, que también son primerizos, casi se mueren cuando vieron las fotos”, cierra Corina.

También de  la "panza"

Muchas mujeres se suben a esta tendencia haciendo producciones en las que “la panza” es la verdadera protagonista. Justamente, tanto Laura como Corina decidieron tener registro también de esa fase.

Es que, dado los complejos típicos de esa etapa de la vida relacionados a los cambios físicos, tampoco es sencillo lograr una buena fotografía. Atenta a esa demanda, Natalia Arenas ha elaborado “un combo que incluye la producción durante el embarazo y la del bebé recién nacido”.

En estos casos, lo sugerido es hacer las imágenes entre las semanas 28 y 32, debido a que la panza se nota bien y la mamá no se siente tan pesada. “Tengo una charla previa con ella para enfocarme en el estilo de cada mamá. Buscamos el ángulo que las favorece, para que se sientan cómodas”, destaca Arenas.

Muchas llegan porque les han regalado la producción, pero sienten vergüenza y cuesta un poco que se relajen. Algunos papás también asisten a la sesión, aunque se resisten un poco a ser parte. “Después, cuando ven las fotos les encanta”, ríe Arenas.

Si bien los precios varían según cada profesional y la demanda de trabajo que tenga, las sesiones de embarazadas tienen un costo que arranca en $. 1000 y suelen durar unos 45 minutos.

Los valores de las producciones para recién nacidos son superiores, rondando los $ 2.500. Aunque cada profesional tiene una oferta distinta, suelen entregarse algunas imágenes impresas, otras editadas y el crudo para que la familia disponga de ellas cuando desee.

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