La historia que finaliza con la construcción de una bicicleta de madera se remonta a la época de la primera guerra mundial cuando Héctor Piaser emigró junto a sus tres hermanos desde Italia a la Argentina, precisamente a San Rafael.
Tras varios años, ya en el 34, logró abrir una carpintería en calle Independencia al 200 con maquinaria que importó desde Francia. Con ello pudo sustentar a su familia donde nació Arturo quien heredó la profesión y las máquinas que utilizó hasta fallecer recientemente. Y esta transferencia de conocimientos artesanales no desapareció. Arturo las pasó a sus hijos Marcelo Arturo (44) y a Cristian (este último se dedica hoy a la actividad turística en la localidad de Los Molles).
Fue precisamente Marcelo quien tomó la posta desde muy joven, desde los 13 años, y perfeccionó la técnica de transformar la madera en cuanto elemento útil se pudiese construir, especialmente sillas y mesas. Paralelamente también fue perfeccionando un hobby, el de la fotografía, y fue por esta tarea por la que se lo identifica actualmente. El es "Marcelo, el fotógrafo free lance" de San Rafael.
Él mismo cuenta que nunca se alejó de la carpintería aunque fue precisamente la habilidad de eternizar momentos de la vida de la gente en imágenes lo que le permitió sustentar a su familia compuesta por Silvana Beatriz, su esposa, y dos hijos.
"Pero paralelamente hice todos los muebles de mi casa", relata con orgullo. También construí mi estudio fotográfico, todo basado en esta carpintería hoy casi sin actividad. Sólo la usamos para hacer algunas cosas personales con mi hermano y desde hace dos años se me ocurrió construir una bici de madera y aquí está", señala con el mentón mientras sostiene el biciclo con una mano en el asiento y otra en el manubrio, también de madera, listo para probarla en ese instante. El guatambú, la guayubira y el quebracho fueron moldeados como cuadro, horquillas, manubrios y pedales de una bici con curiosas formas.
"Las proporciones las fui sacando de una bici común" cuenta Marcelo. "Usé también todos los movimientos de una común para no tener que fabricar cosas raras y facilitar el recambio si se rompe algo", explica al hacer notar que la caja de los pedales, las ruedas y los movimientos del manubrio, son metálicos.
"No fue difícil pero sí insumió mucho tiempo por el desarrollo del proyecto y por la mano de obra. No puedo ponerle un valor. Tiene mucho afecto porque este fue un cable a tierra", dice con una sonrisa el fotógrafo carpintero. "Ya dos conocidos me han pedido que les haga una.
o se. Ya veré. Este es un prototipo donde veré el comportamiento de los materiales y de la estructura. Debo probar también el freno contrapedal para ver cómo se comporta y seguro le incorporaré algunos accesorios basados en madera como una parrilla o algo así. Ah, también le haré guardabarros con algún terciado", agrega.
Marcelo, hay que destacarlo, después de egresar del Colegio de los Hermanos Maristas, cursó dos años de ingeniería electromecánica en la UTN y estos conocimientos sin dudas los aplicó en la construcción de una maqueta de fibrofácil (madera aglomerada) y luego en el producto final.
Seguramente los sanrafaelinos verán a Marcelo transitar las calles de la ciudad en su "prototipo" mochila al hombro, a sacar fotos periodísticas o de algún acontecimiento social.
Para grandes y chicos y el éxito de la bambucicleta
Existe una variada oferta de bicicletas de madera, pero la gran mayoría son para niños. Sin embargo hay fábricas, en España, por ejemplo que se dedican pura y exclusivamente a fabricar bicis de madera para grandes. En 2011, Los Andes publicó una nota sobre el joven rosarino que fabrica en forma artesanal bicicletas con cañas de bambú, una gramínea flexible muy resistente que en el ámbito de la construcción denominan “acero vegetal”, y las vende a selectos clientes de Estados Unidos y Europa. El diseñador de la “bambucicleta” es Nicolás Masuelli, de 29 años, estudiante del 4to Año de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y apasionado de la aeronáutica y la ecología. La bambucicleta, ideada en 2005, cuenta con la aprobación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y salvo, la parte donde asientan las ruedas, los cambios y pedales -que son metálicos-, el resto de la estructura de la bicicleta es de caña de bambú, más un agregado de fibra de vidrio y resina epoxi, dijo Masuelli. La idea apunta a universalizar el uso social del rodado, que por ahora, Masuelli fabrica en forma artesanal en un galpón de la localidad de Alvear (al sur de Rosario).
El proyecto de la bambucicleta surgió luego de que desarrollara un rodado convencional para hacer biciturismo. Yo venía estudiando a la caña de bambú como material para la construcción y el cuidado del medio ambiente, contó. Masuelli contó que tras investigar y recopilar numerosos documentos, pudo llegar a un ingeniero oriundo de Eslovaquia, que "había diseñado el cuadro de una mountain bike con caña de bambú, y en las uniones utilizó fibra de carbono".
