Al grito de "basta de femicidios a travestis, transgéneros y transexuales", se realizó hoy la 26° Marcha del Orgullo, que reivindicó los derechos de la comunidad LGBTIQ con una celebración de la diversidad que colmó durante la tarde la Plaza de Mayo y continuó hacia el Congreso de la Nación.
"Pedimos respeto a nuestra identidad. Sistemáticamente nuestra población ha sido violada, mutilada y asesinada frente a un Estado indiferente. La población travesti, transexual y transgénero ha sido víctima de un genocidio cuya única causa es el deseo de vivir en libertad", planteó el discurso que dio inicio a la Marcha del Orgullo en Buenos Aires.
Para exigir el fin de la violencia y la discriminación, la comunidad LGBTIQ convirtió la Plaza de Mayo en una fiesta con música, banderas y la ya tradicional alegría que cada año desde 1992 recorre el centro de la ciudad de Buenos Aires.
"Con orgullo, nos juntamos desde hace 26 años con el fin de reivindicar cada uno de nuestros derechos y alcanzar una igualdad real, que además de estar en las leyes, esté en las calles. Nos proponemos seguir celebrando los derechos conquistados y seguir luchando con fuerza por los que siguen pendientes", leyeron los activistas de la diversidad desde un escenario montado a un costado de la Pirámide de Mayo.
El documento también repudió el "protocolo policial para registrar a las personas LGBTQI", por considerar que "habilita y legitima la violencia policial" contra ese colectivo social.
En otro tramo de la marcha, miembros de agrupaciones de diversidad también reclamaron el "urgente cumplimiento del cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires y la sanción de una ley de cupo laboral trans a nivel nacional".
Enfatizaron que "los cuerpos no sean motivo de despido", al tiempo que pidieron "alternativas laborales para las personas en situación de prostitución".
La Red de Adolescentes y Jóvenes Argentinos Positivos, por su parte, denunció la "falta de medicamentos, de reactivos y de políticas de prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) que los medios callan mientras toda la comunidad sigue afectada por una epidemia que no retrocede", y rechazó los tests de VIH en análisis preocupacionales.
Por último, la comunidad LGBTQI pidió la "aplicación efectiva de la ley de Educación Sexual Integral y la actualización de sus contenidos, porque a 11 años de su sanción -aseguró- los ministerios de Educación la desconocen".