Uno de los días más felices de su vida. Así vivió el hincha de Gimnasia y Esgrima este lunes después del heroico ascenso en Córdoba. Es que por primera vez en su historia, el Lobo jugará en la Primera B Nacional y compartirá con Independiente Rivadavia la categoría de ascenso más importante del país.
Y claro, no era para menos: pasadas las 16, unos cinco mil fanáticos esperaron al plantel en las inmediaciones del Puente de Hierro de Guaymallén y, una vez arribado el equipo de Alasia, Oga, Garay, Taborda, Arias y compañía, partieron en caravana hacia el estadio Víctor Antonio Legrotaglie, el lugar perfecto para coronar un logro tan sufrido como deseado. Tan esperado como trabajado.
Banderas blancas y negras. Camisetas tradicionales y rojas. Gorros y trompetas. Bombos y platillos. Todo en comunión para desatar una de las fiestas deportivas más importantes del año para el fútbol mendocino. Si es que no es la más importante de todas, ya que el elenco "Mensana" fue el mejor de los representantes locales en todas las categorías del balompié nacional.
"Nunca vivimos esto, es para llorar. Lo que hicieron estos muchachos por Gimnasia se lo vamos a agradecer toda la vida. Mirá lo que es esto, la gente cómo festeja. ¡Hace unos meses estábamos en el Federal B y ahora vamos a jugar el Nacional!", expresó Alfredo (47), quien no paró de cantar junto a su familia en el Puente de Hierro.
La juventud también se hizo presente, y en gran número. Fabián (25) y Carla (23) le contaron su amor a Más Deportes: "Siempre vimos a la Primera B Nacional como algo lejano, o como ese torneo que jugaban los otros. Ahora, gracias a estos jugadores que dejaron todo, nos toca a nosotros y va a ser un placer ir de la mano, como siempre, acompañando al Lobo una vez más".
Evidentemente, el conjunto de Sergio "Toti" Arias hizo historia. Y de la grande. Llevó en menos de un año al blanquinegro desde el Torneo Federal B (ex Argentino B) al Torneo Federal A (ex Argentino A). Y, como si fuese poco, luchó contra todos los pronósticos y consiguió el boleto hacia la BN bajando nada menos que a un gigante del interior como Talleres de Córdoba. Y de visitante, con un jugador menos y con 50 mil personas que alentaban a los otros. Por suerte viajaron las manos de Alasia. Y las piernas de Oga. Y el corazón del Lobo.