Foto 360°: Yamila Marañón, artista plástica

Estilo despide esta sección en Uspallata junto a la creadora que se inspira en la inmensidad del paisaje para crear esculturas y laberintos.

Foto 360°: Yamila Marañón, artista plástica
Foto 360°: Yamila Marañón, artista plástica

La artista

Hija del artista mendocino Fausto Marañón, siempre sintió que el arte era su destino. A los 22 años, en París, formó parte del tercer Centro Cultural de Arte Contemporáneo. “Esa experiencia reforzó mi identidad”.

¡En nombre de la plástica!

La escultura es la expresión que cultivó desde niña en el taller de su padre y que hoy continúa como una de las exponentes del Land Art en argentina. “Me permite unir todas las artes”.

El lugar

Junto con su padre abrió El Parque de las Artes Marañón, ubicado en Uspallata. “Este espacio es desafiante para los escultores, por el clima y las condiciones naturales. Pero puede competir con otros parques del mundo”.

Al mundo

Expone sus trabajos en La Carnicería del Arte (Chile), en Alemania, entre otras galerías. En pleno proceso de creación de su tercer laberinto en el parque participará nuevamente en el Misaki Art World, en Japón.

La foto

El plano

Una de las esculturas de cemento y roca que inicia el recorrido por El laberinto de la luna (2011) tiene tallado el plano original del proyecto. “Para comenzar esta obra investigué el origen de los laberintos”.

Madre roca

Veinticinco camiones repletos de piedras fueron necesarios para realizar su segunda obra, El laberinto del sol (2015). “Tiene 2 900 metros cuadrados y trabajé seis meses en esta obra. La piedra es el material indicado para hacerla y es el material que te da el lugar”.

Sonido natural

La inquietud la llevó a Yamila por distintas ramas del arte. Y encontró una conexión entre su obra sólida con los sonidos de la naturaleza. Entre la infinidad de las montañas se escucha el sonido de los sintetizadores y el Didgeridoo.

“Comencé a incluir música en mis instalaciones y ahí experimenté con la electrónica y el sonido ambiente”.

Reflejo en el jardín

La combinación de cemento, roca y cristal son un sello en sus esculturas. En El laberinto de la luna, las piezas Flores pétreas de la serie Jardín de rocas se unen a la figura circular del entramado.

En el centro de cada escultura, un ojo cristalino de vidrio brilla en la inmensidad. “En el centro de cristal se manifiesta el fenómeno de descomposición de la luz en el arcoíris”.

Puntos cardinales

En el centro del Laberinto de la luna, se erigen cuatro esculturas.

“Las cuatro son las guardianas del laberinto. El centro tiene que ver con la luna, que se relaciona con la energía femenina, el útero, la madre tierra. Del plano original de la cruz de los puntos cardinales y la cruz de los laberintos clásicos, le sumé nueve puertas adentros y una circunferencia”.

Transparencia

El contraste entre la dureza del cemento y la piedra, lo diluye con el destello del vidrio. En la mayoría de sus esculturas en menor y gran escala, utiliza el cristal como elemento para descomponer la luz natural y refinar su obra.

La naturaleza y los viajes son su inspiración. “Los viajes nutren y han modificado mi obra, de una manera conceptual y estética”.

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