El nombre... Vanina Chimeno nació en San Rafael, Mendoza. A los 19 años y como estudiante de hotelería en el sector de servicio del restó 1884, descubrió la cocina como su gran pasión. Y nunca más la abandonó.
Vida y trayectoria... Recorrió distintas cocinas del mundo y capitaliza su experiencia en su propio restaurante. El detalle y la cocina sin vueltas son su sello. En 2016 se casó con el reconocido chef Francis Mallmann.
La cocina... "Es todo, es mi terapia. Me doy cuenta de que puedo estar mal o nerviosa y cuando empiezo a cocinar me meto en un mundo donde todo fluye. Es una forma de vida, porque vivimos a destiempo, pero me gusta ese destiempo".
Presente... Todos los días cocina y lleva adelante sus dos restaurantes: María Antonieta y Orégano. Viaja a menudo al exterior, donde busca nuevos productos para incorporar a sus platos.
Pañuelos. Vanina Chimeno es una más en la cocina. Dentro de su estilo impuso el uso de pañuelos en la cabeza, como una forma de diferenciarse del resto. Se la puede encontrar cocinando, sin descuidar la elegancia y frescura en el uniforme.
El filo del sabor. Un cuchillo de acero es una pieza fundamental en la tarea diaria. Se lo regaló su esposo y lo usa para cortar y deshuesar la carne. Para la foto, cortó kale, un vegetal nuevo en el cultivo de Mendoza, que viene del repollo y del brócoli.
El rey de su cocina. El limón es el fruto que usa en todas sus comidas y es parte de su impronta. "En mi cocina no falta el limón, a todo le pongo, desde jugo a ralladura, y es parte de las terminaciones de mis platos. Tengo muchos ralladores y los voy renovando todo el tiempo".
Pastelería y dulces. En su restó se pueden degustar exquisitos postres y pastelería. "La pastelería tiene un poco de todo, pero mi gran orgullo son los croissants. Después de mucho tiempo logramos elaborar el verdadero".
A la Italiana. De ascendencia italiana, Vanina es una amante de las pastas caseras. En la foto, una fuente de garganelli recién elaborados. Es una pasta seca, hecha con un utensilio especial e ideal para salsas espesas. Una de sus especialidades.
Condimentos. La sal Maldon la descubrió en Europa y la adoptó como propia. Es uno de los condimentos que trae del exterior. Una sal con bajo contenido de sodio, formada por pequeñas escamas, y la utiliza para sellar la carne antes de servir.
Antigüedades. Entre sus utensilios y elementos en la cocina, un antiguo pimientero de madera sobresale en la mesada. "Me lo regaló un cliente. Lo que tiene de diferente es el engranaje. Tiene más de 100 años y era de Viena, tallado a mano".
Su lugar. Hace seis años abrió las puertas de María Antonieta, su restó, que ofrece una carta variada y cafetería. "El nombre hace referencia a la reina, pero me interesé en su gusto e historia por la gastronomía. Antes de abrir el restaurante me regalaron el libro y quedé fascinada con la historia. Pensé en una cocina abierta al público, con la idea de integrar los cocineros con los comensales y seguir cocinando e interactuar con los clientes".