La artista... Nació en Mendoza hace 40 años. Desde niña tiene a la pintura como algo propio. Diseñadora de interiores dio un vuelco radical desde hace una década con sus obras en gran escala. Sus maestras Eli Delhez y Silvia Basso.
Con la valija a cuesta: su alma viajera le permitió vivir en otros países como Estados Unidos y México. Expuso en galerías de Miami, Dubai y Uruguay. "Esto une las dos cosas que amo, pintar y viajar".
Su marca registrada: el arte abstracto y figurativo son parte del proceso de construcción, en técnicas mixtas y a gran escala. "Desde el comienzo pinto en grandes dimensiones, siempre me costó pintar en pequeño. No me siento cómoda".
Proyectos: siempre en actividad, además de crear obras exclusivas por encargo, acaban de convocarla a una muestra permanente, durante todo 2017 en Dubai, donde expondrá doce obras de su autoría.
Todo pinta: sobre el mesón de su taller, se multiplican los pinceles de diferentes tamaños y espesor. Aunque no son los preferidos a la hora de crear, con ellos logra obras coloridas y texturas espesas.
Un mundo de colores: sobre dos pallet reposan varios envases de pinturas. Al igual que en sus cuadros, las manchas por el piso de toda la sala se multiplican y muestran la esencia y forma de creación de la artista.
Otra cara: inquieta, aunque su fuerte es la pintura sobre tela, la restauración en madera, es parte del costado artístico. Entre sus pinturas de más de un metro de longitud, reposa un marco antiguo, obsequio de una amiga que Natalia, le dio nueva vida.
Pintar en redondo: Toda superficie puede ser pintada y manchada. Entre los objetos del taller, dos esferas de cerámicas tienen las impronta de su arte. Una manera de explorar formas y texturas.
La firma: en constante cambio, su nombre estampado en uno de sus últimas pinturas, que ya tiene dueño. "Puedo firmar de diferentes maneras, pero a lo largo de los años solo pongo la inicial de mi nombre, por el espacio".
Impacto: la fortaleza en la mirada, de la figura felina, es un logro diferente en su obra. Uno de los motivos por los que conserva esta pintura. "Hay obras que me cuesta desprenderme y pueden pasar años para que lo venda".
Sus armas: las espátulas son elementos fundamentales a la hora de pintar y crear ese mundo abstracto, de manchas y figuras. "Me gusta el espatulado, uso muy poco pincel, pero no soy estructurada en ningún sentido, puedo usar desde un tenedor a un pedazo de cartón, lo que me sirva para esa obra".
Ojos llorosos: "La mirada de la tierra" es el título de uno de sus últimas pinturas que expuso en la Bolsa de Comercio de Mendoza. De técnica mixta, impresiona la figura de un felino y los colores tierra y oscuros, que manifiestan el daño y la contaminación ecológica del planeta. Una obra impactante por su delicadeza y precisión de la luz.
En acción: "Disfruto mucho del proceso de crear, más que la obra terminada. Me gusta el desafío de probar cosas nuevas. A veces hago series que han funcionado y gustado, pero si creo que está logrado, sigo por otro camino. Por eso tengo obras muy diferentes. No me quedo en algo. Tengo mi estilo y mi marca, pero me gusta cambiar".