La artista... Nació en San Juan. Desde pequeña dio sus primeros pasos en la danza. En la década del '70 se mudó a Mendoza, donde hace 45 años fundó la escuela de ballet que lleva su nombre.
Su carrera... Rubén Chayane y Nebita Alladio fueron sus grandes maestros. En Mendoza junto a Vilma Rúpolo, Shirley Jorquera y otros formaron un Ballet de Cámara con el que recorrían la provincia. Trabajó en el Ballet de la UNCuyo con la maestra Lidye Peralta.
Vocación... Con una corta carrera como bailarina, se dedicó a la enseñanza y se convirtió en una referente de la danza clásica. "Me siento maestra y directora artística. Me gusta la puesta del ballet, estoy en los detalles, en el montaje de cada producción".
Proyectos... Dirigió y montó clásicos del repertorio con artistas mendocinos, nacionales e internacionales. El 10 y 11 de octubre dirigirá "Giselle", en el teatro Independencia con bailarines del Ballet del Teatro Argentino de La Plata.
La foto
El Baile. El tutu y las zapatillas de punta son una postal diaria en su estudio. "A las alumnas les inculco la disciplina, el orden y el amor a la danza. No todas llegan a hacer una carrera profesional, pero la danza les da una preparación humana".
El diploma. En su estudio expone el diploma de Profesora de Danza. "Desde pequeña comencé a bailar clásico por indicación médica. Y no me gustó hasta los 16 años, que conocí a Ethel Lynch, una gran maestra argentina".
En fotos. El recuerdo de "El Lago de Los Cisnes", el ballet que montó en el teatro Independencia en 2014; con la actuación de su hija, la bailarina María Inés Riveros, y el solista Aaron Robinson del English Nacional Ballet.
En acción. Puntillosa y dedicada, Cristina Hidalgo es el alma de su escuela, donde forma bailarinas de todas las edades. Celina Bertolo, Ana Mondino, Zoe Robledo, Lara Riveros, Milagros García y Dolores Rojas acompañan a la maestra en la foto.
Detrás de escena. Como bailarina Cristina Hidalgo compartió escenario con colegas y amigas. Aquí, plena década del '80, con la maestra Marta Lértora al finalizar la función. "La última vez que baile fue en 1988 Don Quijote. Mi experiencia como bailarina no fue tan grande y decidí dedicarme de lleno a la docencia".
Detalles. Cada año, Cristina Hidalgo apuesta a reponer alguna composición coreográfica de repertorio mundial junto a sus alumnas. "Insisto en el repertorio clásico, para que no se pierda, esté vigente y el público lo pueda disfrutar. Son producciones costosas y además para que los alumnos tengan la oportunidad de bailar".
Entre maestras. En su academia, las jóvenes bailarinas Mariana Antonio, Ana Muñoz, Tamara Garay y Daniela Fernández la acompañan en su labor. Su hija, la bailarina Paloma Riveros, es su mano derecha en la formación de alumnas y el montaje de espectáculos .
