La artista... Nació en 1968 en Mendoza. El contacto con la literatura despertó su vocación artística. Es egresada de la Facultad de Artes Plásticas. Luis Quesada, Estela Labiano y Carlos Mémoli son algunos de sus referentes mendocinos.
Carrera... Con más de dos décadas de carrera expuso sus trabajos en Mendoza, Buenos Aires y el exterior. Es docente, curadora, fue directora del Mmamm, gestora cultural y se especializó en el arte contemporáneo argentino.
Mirada... Su obra une historia, vanguardismo y materialidad. "Para mí el arte es un territorio sin reglas. Me ocupo del lenguaje en el arte, no me interesa de qué se habla, sino cómo habla el artista, cómo usa el lenguaje".
Actualidad... Fue la curadora de la muestra "Mi obra emblemática" en ARTEH. Prepara un proyecto colectivo con Sabrina Kadiajh, Adriana Mata y Alejandra Crescentino, con la posibilidad de exponerlo en la Bienal de Curitiba, en Brasil.
Palabras y arte. La versatilidad de su trabajo como artista se une a su labor docente y curatorial. La escritura es una de las tareas a la que destina la mayoría de su tiempo, y con regularidad publica críticas de arte y artículos especializados. Como gestora cultural, cree en las redes de cooperación, para facilitar y visibilizar el camino del arte plástico.
Rectas y figuras. En las paredes de su taller apila reglas que dan cuenta de su tarea a mano y de la predilección por las figuras geométricas. "Me gusta la imprecisión y la precisión combinadas. Entre las figuras geométricas, los materiales y las imprecisiones que surgen en la misma obra. De lejos se ve una cosa y de cerca otra".
Conocer para crear. Cada objeto que la rodea tiene una historia. Valdivieso toma su experiencia y su conocimiento como artista para lograr una pieza única. En la foto, cientos de semillas azuladas de tapicero, un elemento que conoció cuando estudiante y que eligió para su obra más reciente. "Pienso mucho la obra, soy ese tipo de artista con mucha inquietud relacionada específicamente con el arte".
Lápiz y papel. El trabajo artesanal es un punto indiscutido de su obra. Los lápices de colores, materiales reciclables, el dibujo arquitectónico y las texturas casi imperceptibles son parte de su huella. "Me gustan los materiales así como son, hago una intervención mínima para que la materialidad siga".
Biblioteca. En su extenso taller abundan los libros de historia del arte y pequeños objetos. Se confiesa fetichista y guarda todo tipo de obsequios. En la foto, el libro de Yoko Ono "Pomelo", transcripto a mano por la artista Mariana Matar, quien se lo regaló para su cumpleaños, junto con una muñeca de trapo de su infancia.