La artista... Gabriela Simón, nació en Mendoza. Se formó en la Facultad de Arte de la UNCuyo, como actriz y docente. Gladys Ravalle es una de sus maestras en el teatro. Se formó en Buenos Aires en la técnica del clown con referentes.
Risa de payasa... Luego de descubrir el trabajo Guillermo Angeleri, adoptó al clown como su lenguaje creativo. "Sentí que es un territorio poético, donde podía trabajar todas las cosas que quería decir, desde la comicidad".
En las tablas... En Mendoza donde gestó proyectos independientes, encuentros, espacios de formación y diez obras de clown como actriz y directora. "Mujeres Clown", "Próxima estación", "Lo digo y no lo hago", entre otras.
Presente... En julio estrenó "Lo que viene", su último montaje que dirige y actúa junto a Virginia Diblasi. "Es una obra bastante compleja, por el dispositivo escénico. El tema era como habitar todo lo que teníamos desde el juego".
La foto
Cuerdas. La antigua guitarra de su padre, ahora forma parte del mundo creativo. Aunque no toca el instrumento, le sirve como elemento de utilería en su universo.
Juguetes para reflexionar. Entre sus objetos de trabajo, dos juguetes restaurados por Laura Calligiuri. El tránsito fue largo; originales de Bolivia, luego se sumaron a un relato teatral desde lo lúdico.
Detrás, un barco de papel con recortes y fotos, son parte de la utilería de su último montaje.
Alma viajera. Desde chica, Gabriela Simón aprovecha cada ocasión para armar la valija y emprender una nueva aventura. Experiencias que la enriquecen y lleva al terreno teatral.
“Mi vida está atravesada por los viajes, porque viajé muchos años. Y justamente en la última obra, quería ampliar las fronteras de creación y salir del campo de lo seguro. Por eso el proceso duró tres años”.
De la naríz a los pies. Unas botas rojas llamativas, son parte del vestuario de Humana, su personaje protagonista de "Lo que viene", la última producción que vuelve a la cartelera en octubre. En el centro una nariz de plástico revestida en papel. "Como actriz del clown, el mayor desafío es situar la comicidad desde un lugar de respeto. Cuando volví a Mendoza, el clown no tenía un lugar de valor para el público".
Lectura obligada. La literatura es un punto importante en su formación y su gusto natural. "Teatro de la caricia", del actor y clown Daniele Finzi Pasca y "La actuación..." de José Luis Valenzuela son parte de sus libros de cabecera.
“Leo de todo, pero prefiero vivir mi experiencia y luego leer teoría del clown. Tengo un don para elegir maestros. Mi formación es de muchas maneras, de una manera intensa, pero con una huella significativa”.
De la cabeza. Para el entrenamiento de sus alumnos, nada mejor que un sombrero y narices. En un costado de la habitación reposan el clásico bombín, que los trajo de su viaje a Bolivia. Y el sombrero especial de su personaje Humana. "Mi manera de vivir el clown es propia, atravesada por el teatro".