El nombre...Nació en Mendoza, en 1954. Estudió flauta traversa en la Escuela de Música (UNCuyo). Autor y compositor, desarrolló música para teatro, cine, espectáculos multimediales y performances. Compone y dicta talleres para niños y adultos.
De viaje... Vivió 15 años en Europa. Se graduó como especialista en Nuevas Técnicas de Composición Musical en la Escuela Superior de Música y Teatro de Hamburgo, Alemania. Muchas de sus obras se estrenaron en esa ciudad.
Pienso, luego sueno... "Para mí la música tiene que ver con el movimiento, buscando desde lo cotidiano, lo primordial. El lema de mi taller es "no todo lo que suena es música, pero con todo lo que suena se puede hacer música".
Taller... Ahora, dicta uno de Creación Musical: "Lecturas Silenciosas", en la Biblioteca San Martín. Está basado en su partitura realizada con fragmentos de libros donde se narran situaciones o acciones sonoras. "Resolveremos esos textos reemplazándolos por música".
Presencias. Una escultura, regalo del artista Fausto Marañón, acompaña a Gabriel en medio de sus ensayos. En la pared, otro obsequio: la pintura de una amiga que se extraña, Alicia Farkas.
Valija de sonidos. Allí guarda los elementos para el taller de música experimental que dicta en la Biblioteca San Martín: tarros de leche con largas piolas y botellas de plástico son la base para crear experiencias sonoras inspiradas en libros.
Laboratorio. "Esta es una vieja amiga", dice respecto de la computadora donde graba y procesa. Trabaja con un pequeño teclado Korg Nano key. Edita con el programa Sony Vegas, Sonar y "otros pequeños que me bajé alguna vez y que yo en conjunto denomino 'Gironda', ¡en honor al poeta mayor!".
Otra música. La partitura que reposa en su atril lleva el título de "Moratalaz y Vicálvaro". Está escrita de tal modo que el músico debe ir construyendo instrumentos y cortando tubos de polietileno. También incluye una caminadora. La obra fue estrenada en Mallorca, en un Festival Internacional de Música Contemporánea. Allí se presentó también su CD: "Postales de la máquina del tiempo".
Bendito PVC. "A este instrumento le llamo 'Curvo'. Tiene un sonido vibrante muy fuerte, como un llamador para lugares abiertos", explica mientras deja de soplar el aerocaño que reposa en su sofá. Luego, brotan melodías de su flauta traversa, también fabricada con material reciclado.
De cuerda. Otro instrumento que se halla a su alrededor es el "Cordo". Cerini explica: "Lo uso en Tren (el dúo que formo con Luz Casares, siempre con invitados de lujo en visuales y guitarras o sonido, como Inti Pujol y Mario Vedia (visuales), Pedro Tomba (guitarras) y José de Diego en sonido. Todos experimentadores.
Botellas al espacio. Para recordar, organizar, inspirarse, asociar ideas, Gabriel no usa libretitas sino botellas. En ellas, coloca palabras-clave que funcionan como mapas conceptuales o constelaciones.
Proceso. "A veces parto de un sonido que grabo. A veces de una idea. De algo literario o de un movimiento en escena que imagino. A veces sueño proyectos musicales que después bajo". Sus bocetos y partituras comprenden una escritura particular, una traducción en audio y movimiento.
Pulpo. Un tarro de pintura, cinco fragmentos de caño e hilo. Está pensado para que cinco personas soplen a la vez, como parte de una performance que reúne instrumentos inventados y convencionales. Nada extraño para un compositor de mezcla tubos de polietileno y electrónica.
