El nombre... Andrés Llugany nació en Mendoza, hace cuatro décadas. Estudió en Bellas Artes y en la Escuela de Cine. Lleva 20 años contando historias a través del cine, la historieta, la literatura y la música. Tantas, que ya ha perdido la cuenta.
Chapa... Todavía tiene enmarcada la primera historieta que publicó en el diario, a los 13 años. Con dos décadas de producción audiovisual y gráfica, ha recibido cantidad de premios, incluso un "Martín Fierro".
Imaginario... "Podemos ser superhéroes, podemos volar, podemos matar y comer tripas, podemos viajar por el espacio y el tiempo, podemos atrapar monstruos, y podemos ser monstruos que no van a atrapar", reflexiona.
Para ver... Siempre ha trabajado de manera independiente: así, encaminó su búsqueda estética hacia el fantástico cuyano. Parte de su vasta obra audiovisual se puede ver en su blog: http://andresllugany.blogspot.com.ar/
La foto
Santuario Batmánico. Una de las repisas contiene su colección personal de Batman. Hay diferentes publicaciones sobre el héroe nocturno y convive con muñecos del hombre-murciélago.
Una canción triste. Andrés suele componer, también, la música de sus películas. En uno de los muchos muebles fabricados por él mismo, trabaja "una canción triste" para la banda sonora de su nuevo largometraje.
Compañías. Elige las imágenes, las enmarca y las cuelga en su pared. Por lo general son escenas de películas o personajes que le simpatizan, como el barón de Münchhausen, Mazinger Z o William Katt, el protagonista de "El último gran héroe".
Minotauro. Parte de la escenografía de una obra que acaba de rodar - "Historia de príncipes"- es esa cabeza de un minotauro que observa, desde el living, junto a dos regalos: un grabado de Helena Bosco y un collage de David Leiton.
Hablar con animales. Los gatos con los que convive se inclinan por su talento de historietista. Durante años, Andrés realizó páginas para Tintero, el suplemento infantil de Diario Los Andes. Allí conserva su saga de El Ratón Rojo, un roedor que sobrevivía ante experiencias absurdas.
Dos afiches. El de su último largometraje estrenado - "Al silencio"- y el de aquel que se estrenará algún día "Lacerina". Sin prisa, está terminando de postproducir ese filme de fantasía protagonizado por una super heroína de barrio.
Suyo. Una serie ordenada de de DVDs contiene su registro de lo propio. Allí se pueden leer títulos de cortos inolvidables como "Alicia se muere otra vez" o "La vida inmóvil".
La practicidad. Para trabajar en varios proyectos simultáneamente, Andrés ha fabricado un pequeño mueble que le permite organizar todos los accesos a sus discos
Gran labor. Un "Martín Fierro", que le fue otorgado brilla delante de una cantidad de premios provinciales y nacionales. Nunca ha sido una meta para él, pero -inevitablemente- ha ido creciendo el reconocimiento a sus décadas de trabajo independiente como realizador cinematográfico.
“Hay que vivir como el Doctor Who, querría decirle... Sin jefes, sin rendirle cuentas a nadie más que a uno mismo, sin temer juicios, derrotas o rechazos”.